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Parque histórico en
Potreros de Jimaguayú
Enrique
Atiénzar Rivero
CAMAGÜEY.— Intensas
jornadas desarrollan restauradores y constructores que convertirán
en parque histórico, los Potreros de Jimaguayú, sitio donde el 11
de mayo de 1873 cayó en combate el Mayor General Ignacio Agramonte.
El licenciado José
Rodríguez Barreras, director de la Oficina del Historiador de la
Ciudad, en entrevista para Granma, explicó la
envergadura de los trabajos que, en lo esencial, se espera concluyan
el 10 de mayo, víspera del aniversario 130 de la muerte del insigne
patriota.
Dijo que la ejecución
de seis obras de fábrica y de un vial con penetración invertida de
6,8 kilómetros a cargo de una brigada de la ECOING 15, resuelven el
acceso al lugar, ubicado al Sur, en el municipio de Vertientes, a
más de 25 kilómetros de esta ciudad, en cualquier época del año.
En el parque,
argumentó, se introducen elementos novedosos, como los servicios de
comunicación telefónica, a través de los cuales se podrán
establecer coordinaciones para visitar el sitio, que a partir de
ahora, dispondrá de un historiador.
Destacó Rodríguez
Barreras que en los Potreros de Jimaguayú ondeará, por siempre, la
bandera de gala, de acuerdo con lo reglamentado para sitios como
este, declarado Monumento Nacional, y reiteró que la actual
intervención, proyecto de arquitectos de la EPIA 11, introduce
elementos, esencialmente ecológicos y naturales.
"Nos
hemos propuesto —afirmó— no violentar las acciones relativas al
conjunto escultórico para no mermar la calidad del monumento,
presidido por el obelisco, edificado hace años, y que los nuevos
elementos estén para el 8 de junio, fecha en que Agramonte fue
investido como abogado."
El compromiso es
terminar lo primordial en saludo al Primero de Mayo, aseguró el
director de la Oficina del Historiador de la Ciudad, quien dijo que
los integrantes de la Empresa Provincial de Restauración y
Conservación aspiran, por segunda vez, a obtener la bandera de
Proeza Laboral, y no dejó de reconocer el aporte que prestan a este
proyecto otras instituciones como el Fondo de Bienes Culturales.
En este caso concreto se
encuentran los trabajadores de Ferrocarriles que asumen, en hierro
fundido y herrería, la materialización de elementos que dignifican
la Asamblea Constituyente de 1896, celebrada allí a la sombra de un
algarrobo, y la belleza de la entrada principal, mientras la Oficina
del Historiador construye el Monumento en honor al ayudante de
Agramonte, Jacobo Díaz de Villegas, en un contexto donde un
algarrobo señaliza los acontecimientos acaecidos. |