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Bienvenidos a la Patria que supieron dignamente representar
Regresó a Cuba el
personal diplomático de nuestra Embajada en Iraq
Elson
Concepción Pérez
Los
cinco diplomáticos cubanos que permanecieron en la Embajada de Cuba
en Iraq, el embajador Ernesto Gómez Abascal y los funcionarios
Reinaldo Mancebo Freyre, Miguel Porto Parga, Ernesto Miguel García
Fiol y Fernando Gerardo Ferreira Díaz, así como Antonio Durán
López y las compañeras Regla Fernández, Osiris del Pilar
Rodríguez, Sofía Aguilar León y Xiomara Vázquez, que habían
sido evacuados para Siria al comienzo de la guerra, regresaron
anoche a nuestra Patria.
En el aeropuerto José
Martí, además de sus familiares, el Consejo de Dirección en pleno
del MINREX y dirigentes del Comité Central del Partido y de otros
organismos, dieron una emotiva bienvenida a nuestro personal que
regresa cumplidor de su deber desde Bagdad.
El viceministro primero
del MINREX, Fernando Remírez de Estenoz, dijo en sus palabras que "a
nombre del Comandante en Jefe, de nuestra Revolución, de la
dirección del Partido, de nuestro Gobierno, del Ministerio de
Relaciones Exteriores y del compañero ministro, Felipe Pérez
Roque, que no se encuentra con nosotros precisamente por estar
acompañando al Comandante en Jefe, les damos la más cordial
bienvenida a la Patria y los recibimos orgullosos del cumplimiento
por parte de ustedes del deber y las tareas que se les asignaron
como representantes en Iraq de nuestra Patria, de la Cuba
revolucionaria, de la Cuba socialista, cuando se desencadenó la
agresión imperialista de los Estados Unidos contra ese pueblo".
"Durante
esta nueva guerra, injusta y criminal, ilegal e innecesaria,
nuestros compañeros y compañeras, tanto desde Bagdad como desde
Damasco, Siria, fueron un ejemplo más de la diplomacia
revolucionaria, que han sabido mantener muy en alto no solo la
bandera de nuestro pueblo, sino también las banderas de la dignidad
y los principios", señaló.
Luego explicó que "fue
la cubana una de las únicas dos embajadas que mantuvieron su equipo
completo en medio de la agresión imperialista contra Iraq, y
cumplieron todas las tareas asignadas y dieron otro ejemplo de lo
que son capaces los representantes de nuestro pueblo.
"Lo
recibimos en Cuba en un momento muy especial, cuando nuestro pueblo
una vez más está en combate frente a la incrementada hostilidad
del Gobierno norteamericano", concluyó el Vicecanciller.
Por su parte, el
embajador Ernesto Gómez Abascal, explicó que "tuvimos el triste
privilegio de ser testigos de una guerra colonial en este comienzo
del siglo XXI, que pasará a la historia como una de las más
grandes ignominias cometidas por puros intereses imperiales".
"Estábamos
conscientes de la importancia política y el valor moral de
permanecer con nuestra Embajada abierta en Bagdad", agregó.
Luego explicó que
cuando la representación cubana quedó sola en aquella capital
continuamente bombardeada, "junto a las embajadas de Rusia y la
Santa Sede, dijimos a algunos que éramos tres grandes potencias:
Rusia, un gran país, miembro permanente del Consejo de Seguridad de
la ONU; El Vaticano, una gran potencia religiosa, y Cuba, les
decíamos, una gran potencia en valor moral y dignidad".
Por último dijo que "nunca
nos sentimos solos. La Embajada cubana se convirtió en un lugar de
peregrinaje de grupos de solidaridad de personas de muchos países
que llegaban a Bagdad a manifestarse contra la guerra. Recibimos
solidaridad, y el aliento permanente de Cuba, del MINREX, y en
especial de nuestro Comandante en Jefe, quien se preocupó y estuvo
al tanto, día tras día, de la situación de nuestro colectivo". |