LONDRES, 18 de abril (PL). — Gran Bretaña descartó hoy tener planes para invadir a Siria, acusada por Estados Unidos de tener armas químicas y acoger a ex miembros del gobierno de Saddam Hussein.

En declaraciones al diario The Sun, el primer ministro británico, Anthony Blair, afirmó que Londres y Washington no proyectan invadir ese Estado vecino a Iraq.

En coincidencia, el ministro de Defensa, Geoff Hoon, repitió lo mismo en una entrevista con la Radio British Forces Broadcasting Service.

Sin embargo, Hoon advirtió a Damasco que se abstenga de brindar refugio a ex integrantes de la administración iraquí, depuesta por la invasión anglo-estadounidense.

El Ministro de Defensa también confirmó que tropas británicas permanecerán en Iraq hasta que ese país regrese a la normalidad y se lleve adelante la restauración, cuya duración es calculada por especialistas en más de dos años.

Hoon afirmó que las fuerzas desplegadas en suelo iraquí todavía tienen mucho que hacer en ese Estado del Medio Oriente.

Al respecto, puntualizó que tras los duros combates librados en ese país y debido a la resistencia iraquí, deben continuar en Iraq los militares británicos.

El Ministro de Defensa aclaró que aunque la guerra terminó, quedan focos de grupos de resistencia en varios puntos de ese país, entre ellos en el norte y sur, Bagdad y en las inmediaciones de Basora, a los cuales, puntualizó, hay que enfrentar.

También dijo que los soldados de Gran Bretaña cooperarán en el restablecimiento de los servicios básicos a la población como la electricidad y agua, sobre todo en la ciudad de Basora, segunda en importancia.

Según Hoon, las fuerzas británicas no permanecerán en el territorio iraquí un día más de lo necesario, pero no especificó cuando será la retirada.

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