TOKIO, 18 de abril (PL). — Basado
en su política pronorteamericana, el primer ministro japonés,
Junichiro Koizumi, decidió enviar a Iraq un equipo de cinco
funcionarios civiles para que participen en el gobierno de
ocupación de Estados Unidos, anunció hoy una fuente oficial.
La ministra de Exteriores nipona,
Yoriko Kawaguchi, comunicó que su país desea jugar un papel
relevante en la reconstrucción del territorio iraquí, ilegalmente
bombardeado e intervenido por tropas anglo-estadounidenses.
Citada por la agencia de noticias
local Kyodo, la Canciller explicó que el personal elegido formará
parte de la Oficina para la Reconstrucción y la Ayuda Humanitaria
(ORAH), dependiente del Pentágono, y que intenta excluir a la ONU
de sus planes supuestamente para rehabilitar a la nación árabe.
Con sede provisional en Kuwait y
encabezada por el retirado general estadounidense Jay Garner, en
dicha administración, que incluye varios ministerios, los enviados
japoneses recopilarán información sobre proyectos petrolíferos y
el manejo de la deuda iraquí.
La colaboración japonesa en la ORAH
desató fuertes críticas de sectores políticos y populares, los
cuales advierten que la estrecha relación Washington-Tokio
representa un atropello a la Constitución pacifista nacional que
prohíbe la participación de este país en sistemas colectivos de
defensa.
Aunque los funcionarios nipones que
viajarán a Iraq no ejercerán labores militares, una enmienda a
dicha Carta Magna de 1980 estipula la renuncia a la guerra, incluida
toda cooperación de Japón en acciones bélicas contra un país
independiente y en tiempos de posguerra.
Kawaguchi dejo entrever, además, que
el gabinete Koizumi podría enviar agentes de seguridad y expertos
en suministro de agua hacia el país agredido el 20 de marzo último
sin el consentimiento de la ONU.
"Los japoneses pueden ayudar, ya
sean civiles o no", enfatizó la jefa de la diplomacia, tras
adelantar que el personal que partirá a Iraq lo hará a finales de
este mes por tiempo indefinido.
En este contexto, la Canciller tiene
pensado realizar una gira por Estados Unidos y el Medio Oriente a
fines de mes, en la cual prevé reunirse con el secretario de Estado
norteamericano, Colin Powell, para analizar el tema de la
reconstrucción de Iraq, de acuerdo con una declaración
gubernamental.
Mientras, en el Medio Oriente, se
espera que la titular visite Jordania, Israel y los territorios
palestinos ocupados con el mismo propósito que la llevará a
Washington.
Por su parte, Koizumi realizará el
próximo 26 de abril un periplo de una semana por Gran Bretaña,
España, Francia, Alemania y Grecia para discutir también la
problemática iraquí, tras la agresión, invasión y ocupación por
parte de fuerzas castrenses de Washington y Londres.
Desde antes de su inicio, Koizumi
defendió la ilegal injerencia militar del Pentágono y sus aliados
en esa nación del golfo Pérsico, pese a que cuatro de cada cinco
japoneses la rechazó, según la última encuesta de opinión del
diario local Asahi Shimbunese.
Las relaciones Tokio-Washington se
reforzaron a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001
cuando Japón brindó apoyo logístico a la contienda bélica
liderada por el presidente estadounidense, George W. Bush, en
Afganistán.
Movimientos pacifistas y defensores
de los derechos humanos de este archipiélago rechazan los estrechos
vínculos de los dos gobiernos y exigen el respeto de la Carta Magna
Nacional, así como el cierre de bases castrenses norteamericanas
localizadas aquí.