Centros procesadores de materia
orgánica contribuyen a incrementar la calidad de los suelos de las
montañas del alto Oriente de la Isla, cubierto en sus tres cuartas
partes por ese accidente geográfico.
Los colectivos ascienden a 48,
emplean a más de un centenar de pobladores serranos, y se ocupan en
mejorar la composición de los residuos que se generan en esas zonas
y se vierten con frecuencia en corrientes de aguas superficiales y
en detrimento del entorno.
Personal de la Estación Territorial
de Suelos de la Agricultura en Guantánamo efectuaron previamente el
inventario de fuentes de esos residuales orgánicos en las montañas
y aplicaron una estrategia para la producción, aplicación y
mejoramiento de estos.
Una caracterización nutricional de
tales desechos y del humus que podrían aportar se llevó a cabo
también por investigadores de aquella entidad científica, cuyo
desempeño resultó decisivo en el otorgamiento a Cuba del Premio
Salvando las Tierras Secas 1999.
Ese lauro internacional lo instituyó
el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y ese año se
confirió por primera vez a un país de América Latina, debido a
proyectos surgidos y materializados en Guantánamo, entre ellos una
tecnología para recuperar suelos salinos.
Aspectos de esa experiencia se tienen
en cuenta para mejorar los terrenos del macizo montañoso
Nipe-Sagua-Baracoa, mediante el empleo combinado de los residuales
orgánicos obtenidos en esas elevaciones, la cachaza proveniente de
la industria azucarera, y al sedimento fósil de origen vegetal
denominado turba.
La iniciativa permitió rehabilitar
12 000 hectáreas localizadas en aquel macizo y otros del
territorio guantanamero, afectados secularmente por la erosión y
demás fenómenos perjudiciales a la productividad y fertilidad de
los suelos. (AIN)