GINEBRA, SUIZA, 15 de abril (AIN).
— Estados Unidos volvió a quedar solo en la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU, al efectuarse hoy votaciones sobre proyectos de
resolución referidos a la cuestión Palestina y la ocupación del
Golán sirio.
En su característico estilo
prepotente y unilateral, Washington solicitó votación nominal
sobre tres proyectos que condenaban las fechorías y crímenes
israelíes en los territorios árabes ocupados, presentados por
Siria, Paquistán y la Unión Europea.
El representante norteamericano, a
pesar de expresar la oposición tajante de su país a esos textos,
según adujo por no contribuir a las negociaciones y una tutelada
paz por ellos en el Levante, resultó abrumadoramente derrotado.
Damasco introdujo el documento L-3
titulado "Los derechos humanos en el Golán sirio
ocupado", auspiciado por 22 naciones, que recibió 31 votos
favorables, uno en contra (Estados Unidos) y 21 abstenciones.
Ese acuerdo reafirmó una vez más la
ilegalidad de la decisión de Israel del 14 de diciembre de 1981 de
imponer su legislación, jurisdicción y administración a esa parte
del territorio sirio, en un intento claro de anexión.
Ni la Unión Europea (UE) respaldó
las retrógradas posiciones de la Casa Blanca y el Departamento de
Estado, de defensa a ultranza de su fiel y estrecho aliado, el
régimen sionista de Israel.
El representante sirio dijo que el
motivo de estas discusiones radica en la ilegal ocupación por Tel
Aviv del Golán en la llamada Guerra de los Seis días de 1967, y
por la continua violación de los derechos humanos de los ciudadanos
de esa nación árabe residentes allí.
La diplomacia estadounidense obtuvo
otro sonado fiasco, al tratar infructuosamente de impedir la
aprobación de los proyectos sobre la cuestión Palestina (L-12) y
sobre la genocida política de los asentamientos israelíes en
tierras palestina (L-18), patrocinados por Islamabad y los europeos.
A pesar del pedido del Imperio de
votación registrada, para detener la cantidad de adhesiones a esos
textos, resultaron endosados el L-2 por 33 votos a favor, cinco en
contra y 15 abstenciones, y el L-18 por 50-1-2.
De nada valieron los esfuerzos de los
representantes del sionismo de intentar confundir a la Comisión,
con un lenguaje sibilino e inicuo a todas luces, que pretendió
disfrazar a los árabes de los territorios ocupados de agresores y a
los israelíes como las víctimas indefensas.
La UE en su texto condenó claramente
la continuada política de expansión de los asentamientos judíos,
a los que calificó de obstáculo para alcanzar una solución al
conflicto de dos estados, y de un peligro para la seguridad y la paz
a largo plazo.
Posteriormente este Foro
intergubernamental procedió al debate general y conjunto de los
temas de la agenda 14 y del 16 al 20, consagrados a grupos e
individuos específicos, la promoción y protección de los derechos
humanos, los servicios de asesoramiento y cooperación técnica en
esta esfera.
También se examinó la
racionalización de la labor de la Comisión en este campo.