Increméntanse amenazas yankis contra Siria

WASHINGTON, 14 de abril.— Las amenazas de Estados Unidos contra Siria subieron hoy de tono, cuando advirtió que podría imponer sanciones económicas y políticas, al tiempo que no descartó una operación militar contra ese país.

En conferencia de prensa, el secretario de Estado, Colin Powell, adelantó que Washington podría decretar sanciones contra Damasco, para lo cual pretexta, sin presentar pruebas, que acoge a dirigentes iraquíes y le suministró armas a Saddam Hussein.

Recuerda PL que esas imputaciones son reiteradas por Estados Unidos, desde que el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, las expresó a finales del pasado mes.

La Casa Blanca también acusa al país árabe de esconder armas de destrucción masiva iraquíes, aunque tampoco lo ha probado, pese a ocupar a Bagdad, tras su invasión lanzada el 20 de marzo último.

"Vamos a examinar posibles medidas diplomáticas, económicas o de otra naturaleza", amenazó Powell a Siria, cuyo Gobierno rechazó tajantemente las denuncias de Washington, que calificó de infundadas.

Al respecto, la portavoz de la Cancillería siria, Buthaina Sahabaan, negó este lunes que su país posea armamento prohibido, y apuntó que permitiría la entrada de inspectores internacionales, si Israel hiciera lo mismo.

Espero que las autoridades de Damasco comprendan sus obligaciones en el nuevo ambiente que se creó en el Medio Oriente tras la ocupación de su vecino, recalcó Powell.

El presidente George W. Bush subrayó este domingo que la administración de Bashar al Assad brindó asilo a líderes iraquíes, pero, al igual que el resto de los funcionarios estadounidenses, se abstuvo de nombrar a alguno.

A su vez, Rumsfeld comentó a la telemisora norteamericana NBC que la mayoría de los combatientes que enfrentan a las tropas de ocupación en Iraq son presuntamente sirios.

En una entrevista este fin de semana con el diario Internacional Herald Tribune, el asesor del Pentágono Richard Perle llamó a actuar contra Damasco de descubrirse armas prohibidas en esa nación.

Mientras, el segundo de Rumsfeld, Paul Wolfowitz, advirtió que el Gobierno sirio debería cambiar de actitud, porque la Casa Blanca continúa vigilándolo.

En tanto, reporta ANSA que ya se han producido reacciones contrarias a la actitud norteamericana. Rusia expresó que EE.UU. debía abstenerse de usar la amenaza contra Siria; el pequeño Líbano expresó su solidaridad irrestricta con Damasco; Turquía dijo que es innecesaria otra guerra en la zona, y hasta el principal aliado de Washington, el Gobierno británico, se distanció de la posición norteamericana. Por su parte, Francia llamó a defender el diálogo con las autoridades sirias.

Por el contrario, el presidente del Gobierno español, José María Aznar, hará de mensajero de Washington y "trasladará" a Damasco las exigencias del presidente Bush de que no acoja a dirigentes del derrocado Gobierno iraquí y no desarrolle armas de destrucción masiva.

 

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