Cuestiona Cuba
inmoral política migratoria
de Estados Unidos
GINEBRA, 14 de abril.—
La política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba está destinada
a denigrarla y a tratar de desacreditar los avances económicos y
sociales del pueblo cubano, afirmó hoy Jorge Ferrer, delegado
cubano ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (CDH),
reportó PL.
Al participar en el
debate del Tema 14, Grupos e Individuos Específicos; Los derechos
humanos de los migrantes, recordó que con esos fines está en vigor
desde hace 37 años en Estados Unidos la Ley de Ajuste Cubano, con
un trato diferenciado para los cubanos.
A diferencia del trato
otorgado a inmigrantes del resto del mundo, cualquier cubano que
llegue a territorio estadounidense por cualquier medio, ilegal o
violento, obtiene residencia legal en ese país, apuntó.
Dijo que en las últimas
semanas el mundo ha sido testigo de las consecuencias de esa
política de tolerancia, privilegios, beneficios, amparo, impunidad
y propaganda que dura más de 40 años, y ha causado miles de
muertes y el secuestro de más de 50 aviones de pasajeros.
En menos de tres semanas
fueron dos aeronaves, hubo intento de llevarse una lancha de
pasajeros, que finalmente fue evitado y se frustró un plan para
plagiar un tercer avión, explicó.
Los secuestradores,
afirmó Ferrer, no son disidentes del sistema cubano, sino
delincuentes con antecedentes de delitos comunes, lumpens y
antisociales.
Añadió que numerosos
cómplices de los secuestradores fueron liberados y exonerados de
toda responsabilidad en Estados Unidos, sin siquiera ser
investigados, al tiempo que los dos aparatos robados se confiscaron
arbitrariamente.
Dijo que estos
secuestros, como la drástica reducción de visas otorgadas a
cubanos para emigrar a Estados Unidos, en violación de los acuerdos
migratorios bilaterales, son parte de un plan de desestabilización
de la extrema derecha estadounidense y de la mafia terrorista
anticubana de Miami.
Denunció que ninguno de
los gobiernos, organizaciones no gubernamentales transnacionales y
políticos autoerigidos apóstoles modernos de los derechos humanos
condenó estos graves hechos.
Tampoco expresó
preocupación alguna, remarcó, por las vidas de los pasajeros
cubanos. Ninguno protestó ni exigió a Estados Unidos extraditar o
juzgar a los culpables.
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