Una dedicatoria a los
niños iraquíes
Libros para los Cinco
Héroes
Sonia
Sánchez
"Han
triunfado en un concurso de paz, pero no pueden olvidar que estas
conquistas hay que defenderlas toda la vida, con ideas y las armas
si fuera necesario."
Esta reflexión la
escucharon los 44 niños y jóvenes ganadores del concurso Leer a
Martí en su V edición (2002), llamado que llegaría también a los
más de 600 000 que en todo el país brindaron los frutos de su
imaginación en este certamen.
Y dijo más Eliades
Acosta, el director de la Biblioteca Nacional José Martí: "Dedicaremos
la premiación de este concurso a los niños iraquíes, víctimas
principales de la terrible guerra lanzada por potencias
imperialistas y que ha devastado a ese país".
Mientras seguimos
recordando el aniversario 150 del natalicio del Apóstol se dieron a
conocer los triunfadores, 22 del primer nivel (enseñanza primaria),
13 por el segundo (secundaria básica) y nueve del tercero
(preuniversitario).
Los ganadores firmaron
libros para hacerlos llegar a los Cinco Héroes prisioneros en
cárceles de Estados Unidos.
En la ceremonia se
otorgaron también los premios Raúl Ferrer Rodríguez por la obra
de la vida a Hernán Proenza Rodríguez, del municipio de Jiguaní
(Granma); al mejor promotor de lectura del año, Minerva Rábago
Gutiérrez, de Taguasco (Sancti Spíritus) y el Premio Especial
Raúl Ferrer a Armando Hart Dávalos, por su esencial aporte a la
cultura y la promoción del legado martiano entre las nuevas
generaciones.
En la velada Rita del
Prado brindó sus poemas musicalizados de La Edad de Oro y canciones
a partir de los cuentos del volumen; el coro Solfa, de la Schola
Cantorum Coralina, interpretó varios de sus números y la niña
Mirel Pérez González, La nana de la fantasía, de Kiki
Corona. |