Estrechez uretral

JOSÉ A. DE LA OSA

Medio siglo ejerciendo con amor la Medicina avala con justeza los criterios del doctor Miguel de la Cruz Sánchez, Profesor Titular Consultante de Urología, sobre el ejercicio de esta noble profesión: "El humanismo es la esencia de la Medicina; si no se es humano sencillamente no se puede ser médico", dice convencido, antes de entrar en el tema que nos convoca: estrechez uretral.

Foto: JOSÉ M. CORREALa estrechez uretral es más frecuente en el sexo masculino.-Profesor Miguel de la Cruz Sánchez.

Médico internacionalista, con sus vitales 74 años el doctor De la Cruz cumple sus tareas asistenciales, docentes y de investigación en el Servicio Joaquín Albarrán del prestigioso hospital habanero Calixto García.

De inicio le pido a mi entrevistado que nos ofrezca una visión, necesariamente sintética, de la estructura anatómica y funciones de la uretra y que establezca también su diferencia con el uréter.

La uretra es un conducto fibromuscular —dice— que comunica la vejiga con el exterior, y está revestida de una mucosa. La masculina mide unos 20 cm y la femenina alrededor de 4 cm. En cambio, los uréteres son conductos que continúan las cavidades renales hasta desembocar en la vejiga, con unos 25 a 30 cm de longitud, según la altura del individuo. La orina producida por los riñones es conducida a la vejiga por los uréteres, y por medio de la uretra la vejiga vacía su contenido al exterior.

—¿A qué se refiere concretamente el diagnóstico de estrechez de la uretra y cuáles son las causas principales de esta dolencia?

—La estrechez uretral es la disminución de la luz de este conducto. Las causas pueden ser congénitas, traumáticas o infecciosas.

—¿Y la más frecuente de las que usted diagnostica en consulta?

—Es la traumática, motivada por accidentes de tránsito en que se daña la uretra, o por golpes, como un puntapié, por ejemplo. En segundo lugar, la posinfecciosa, fundamentalmente como consecuencia de la blenorragia. Señalaría que la traumática aparece a los pocos meses de producido el trauma; en cambio, la posinfecciosa surge varios años después de originada la infección.

—¿Esta enfermedad aqueja por igual al sexo masculino y al femenino?

—Se observa en ambos sexos, aunque es más frecuente en el masculino. Te diría que la causa traumática es infrecuente en el sexo femenino.

—¿Podría establecer las semejanzas y diferencias de la estrechez uretral con relación a la uretritis?

—La uretritis es la inflamación de la uretra producida por un microorganismo o un agente químico. En cambio, la estrechez es la reacción fibrosa del organismo, posinfecciosa o postraumática.

—¿Qué manifestaciones principales nos pueden alertar de este padecimiento?

—El principal síntoma es la dificultad miccional (para orinar) en grado variable. Al principio es ligero, pero con el tiempo los síntomas progresan: el chorro de orina es fino, la micción demorada, con esfuerzo, hasta llegar a la retención completa de orina o a la imposibilidad de realizar la micción.

—¿Qué procederes se emplean para llegar a un diagnóstico de certeza?

—Se diagnostica por los antecedentes: traumas o infecciones uretrales. La sonda, cuando se explora la uretra, no pasa a la vejiga o lo hace con mucha dificultad. La estrechez se comprueba con estudios radiográficos. Estos determinan el sitio y la extensión de la estrechez.

—En general, ¿cuál es el tratamiento de elección en estos pacientes?

—Está relacionado con la causa. En general, en la congénita se logra un buen calibre con dilataciones periódicas; en las de causa traumática el tratamiento es quirúrgico, y en la posinfecciosa se comienza casi siempre por dilataciones. Aquí debo subrayar que cada paciente requiere una conducta particular, individualizada.

—¿Algunas de las causas que la originan pueden ser rebeldes a la terapéutica?

—Sí, sobre todo las traumáticas que en ocasiones requieren técnicas quirúrgicas muy complejas.

—¿Es posible curarla o esa estrechez se convierte inexorablemente en crónica?

—Es posible la curación, pero en general esta enfermedad requiere de una vigilancia sistemática y en la mayoría de los pacientes hay que realizar dilataciones periódicas.

—¿Qué complicaciones puede acarrear si no se trata en estadios tempranos y convenientemente?

—Si no se trata adecuadamente podrían surgir complicaciones locales como periuretritis (inflamación alrededor de la uretra), fístulas y divertículos uretrales. Las infecciones y la litiasis (cálculos) se ven con gran frecuencia, así como daño a los riñones que puede conducir a una insuficiencia renal.

—¿Existen medidas de prevención en el tema que nos ocupa?

—Sí, sobre todo en las posinfecciosas, pues si la infección se trata de manera eficaz no se desarrolla la estrechez.

—Si nos quedara espacio y a usted algo por decir en el "tintero"...

—Insistir en que esta enfermedad es muy rebelde y requiere tratamiento adecuado y eficaz, y se demandan también paciencia y disciplina de los pacientes.

 

 

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