Cuatro décadas asegurando a quienes son previsores
Félix López
La peor
catástrofe, acostumbran a repetir los vendedores de pólizas, es la
de no estar asegurados. El tema —entre cubanos— conforma un
abanico que va del desconocimiento personal a la previsión de
quienes ven en el seguro a un aliado para el desarrollo empresarial.
Entre unos y otros sobrevive la historia de esta actividad en la
Isla, que se remonta al siglo XVIII y celebró en el día de ayer,
dentro de la era revolucionaria, los 40 años de la Empresa de
Seguros Internacionales de Cuba (ESICUBA S.A.).
Sería injusto que en la prensa, desde donde también
acostumbramos a recordar al Seguro cuando "truena" o un
huracán devastador nos cruza sobre el país, olvidáramos que el 9
de abril de 1963, por una resolución del Ministerio de Hacienda
(hoy Finanzas y Precios), se creó ESICUBA, entidad que asumió toda
la actividad aseguradora. El Primero de Enero de 1959 operaban en
Cuba 171 compañías con capitales de diversas procedencias, pero en
su mayoría norteamericanos. El desfalco era entonces lo más
seguro.
Cuatro décadas después, ESICUBA celebra su cumpleaños con el
nivel de ingresos más alto de los últimos diez años: 57,8
millones de pesos, la mayoría de estos en dólares, cifra que les
permitió sobrecumplir el plan de aportes al Estado en el 2002 y
concluir el pago de las pérdidas provocadas por el huracán
Michelle, que totalizaron unos 8,5 millones de dólares. Esa cifra,
dentro del monto total de daños, indica que existen reservas
insospechadas dentro de la actividad aseguradora.
Al concluir el pasado año, ESICUBA tenía protegidos casi 10 000
millones de dólares en valores o bienes de la economía. Un número
pequeño para un país que está obligado a calcular los riesgos de
una difícil temporada ciclónica, sequías prolongadas y muchos
otros traspiés de la naturaleza. La sombrilla protectora existe y
es cada vez más eficiente, pero no en todas partes se entienden hoy
las ventajas y la necesidad de estar asegurados.
Líder por su contribución al desarrollo, ESICUBA es una suerte
de progenitora de importantes entidades como Financiera Caudal (con
elevada cartera de préstamos), ASISTUR (presta asistencia al
turismo) o INTERMAR (dedicada a las inspecciones, tasaciones o
ajuste de averías). En cada una de ellas, el crecimiento de sus
clientes demuestra que el empresariado cubano comienza a asumir al
seguro como un aliado en su desarrollo, y comprende que existe no
solo por voluntad, sino por necesidad.
No es casual que junto al cumpleaños 40 de ESICUBA, se concluya
hoy en el Hotel Nacional de Cuba el IV Seminario Internacional de
Seguros y Reaseguros, evento organizado por el Grupo Caudal y en el
que participan más de 250 especialistas de esta actividad en Cuba y
otros 14 países.
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