Foro sobre Toussaint Louverture
Un evento emocionante y enriquecedor
Marta
Rojas
El
coloquio sobre Toussaint Louverture, forjador del pensamiento
antiesclavista y anticolonial de Nuestra América, celebrado en la
Casa de las Américas, tuvo un cierre que rezumó profundidad,
interés y alegría. Guy Alexandre, embajador de Haití en República
Dominicana, agradeció este evento, a nombre de su colega en Cuba.
Dijo que había sido "verdaderamente emocionante y extraordinario para
su país y para él mismo como intelectual". Enriquecedor por las
reflexiones que se produjeron. Estas lograron absorber el interés de
los presentes, y auguran una necesaria segunda experiencia en el 2004,
en ocasión del bicentenario de la independencia definitiva de su
país en 1804.
Flotaba un ambiente de
admiración previo a la clausura, durante la lúcida y admirable
disertación de la doctora Graziella Pogolotti, vicepresidenta de la
UNEAC, sobre las relaciones de Haití y Cuba, y Haití y el universo
desde el punto de vista literario y cultural.
El foco del tema fue la
evocación y análisis de la novela El reino de este mundo, de
Alejo Carpentier, calificada por ella de piedra fundacional de la
narrativa contemporánea en nuestro continente. Dijo que el viaje de
Carpentier a Haití constituyó para él un deslumbramiento y una
iluminación, aunque su obra tenía un largo proceso de maduración.
Se preguntó si la historia de Ti Noel, a partir del momento
culminante en que comienza a hablar en el relato, no es también la de
todos aquellos que luchan y recuperan su identidad. No es solo la
historia de Ti Noel liberado, expresó la doctora Pogolotti.
En su minucioso examen,
Graziella se refirió a la importancia del ámbito caribeño de la
novela, el cual no se detiene en Haití. También reconoció el mundo
natural del personaje y lo extendió, en ese campo de la naturaleza,
al médico haitiano de El Siglo de las luces que salvó de
morir a Esteban. Insinuando la propia historia de Toussaint
Louverture.
Toussaint Louverture fue
un médico natural, y como diría la profesora Digna Castañeda, el
día anterior, también un gran jinete y aprendió latín y francés;
y tuvo gran ascendencia entre los esclavos por ser nieto de un rey
africano.
La doctora Graziella
Pogolotti terminó sus palabras abordando aspectos de la larga lucha
del hombre por su emancipación, la cual, dijo, "está hecha de
pequeñas derrotas y pequeñas victorias y de esa manera cada uno de
nosotros va fundando nuestro reino de este mundo".
El coloquio tuvo como
colofón una estupenda representación artística del grupo Cuba
Caribe en el patio de la galería Haydée Santamaría, en el cual se
lució el maravilloso joven bailarín dramatúrgico del grupo, Daniel
Ramirez Martínez. Acompañaron a la excelentísima embajadora de
Haití, Anne Marie Andrino Constant, la vicepresidenta de la Casa de
las Américas, Marcia Leiseca, y Pablo Armando Fernández, Premio
Nacional de Literatura. Encontrándose también presente el escritor
cubano, residente en Londres, Pedro Pérez Sarduy.
Entre el miércoles y el
jueves consumieron sus turnos en el evento los panelistas Sergio
Guerra, quien presidió la sesión de ayer; Digna Castañeda y Armando
Fernández Soriano, de Cuba; así como Manejacquet Dodot y Louis
Alvares, de Haití.
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