Cuba nos nutre en el difícil camino que nos toca andar

Orlando Rincones, miembro del Movimiento Quinta República, coordinador del círculo bolivariano de su localidad y miembro de una organización de solidaridad con nuestro país, habla para los lectores de Granma

JOAQUÍN RIVERY TUR

Para Venezuela, el breve currículum de Orlando Rincones es toda una definición. Miembro del Movimiento Quinta República (MVR), coordinador del círculo bolivariano de su localidad y miembro de una organización de solidaridad con Cuba. Añadamos que es graduado en administración de empresas, sus primeras ideas revolucionarias le llegaron del libro Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, y del Diario del Che en Bolivia.

Asiste a las actividades del I Festival de Solidaridad Venezolano-Cubano y cuando comienzo a entrevistarlo habla pausadamente, pero con firmeza:

Foto: JOAQUÍN HERNÁNDEZ MENALos jóvenes venezolanos estamos construyendo la revolución. Nosotros llegamos por la vía electoral al poder para construir una revolución. En Cuba triunfó primero y por eso para nosotros la interacción con los jóvenes cubanos es fundamental por su experiencia política, en el trabajo social, así Cuba nos nutre en el difícil camino que nos toca andar para afianzar la revolución bolivariana.

En las actividades participan algunos camaradas del Círculo Bolivariano, para quienes el roce con los cubanos es muy importante en su formación, nos fortalece para seguir dependiendo nuestro proceso y para seguir defendiendo a la Revolución cubana, permanentemente atacada por los enemigos de nuestro Gobierno.

¿Acaso se dedica profesionalmente a la política? No. De hecho yo soy un trabajador de la empresa privada, pero después de las cinco de la tarde me dedico al círculo, a la actividad política y comunitaria en la parroquia (división interna del municipio Libertador). Y lo mismo hacen todos los integrantes, entre los cuales hay muchos profesores, muchos educadores, y personas de toda clase que por las tardes nos reunimos para trabajar para el proceso revolucionario.

Mi parroquia no es de las más pobres, es muy céntrica. En ella está la plaza José Martí, la más antigua de América del Sur, está el Banco Central de Venezuela, el Ministerio de Educación, el Palacio de Miraflores y otros organismos.

Entonces, cuando hay cualquier llamado los primeros en bajar somos nosotros.

Esa capacidad de respuesta se conoce, pero me intrigó cómo se enteran de las orientaciones, si viven en un país donde toda la prensa y casi todos los canales de televisión le hacen la guerra al Gobierno bolivariano en forma abierta, y yo lo estoy comprobando cuando miro un poco los canales locales y aprecio el fuego concentrado contra los planes y proyectos populares del presidente Chávez. Orlando lo explica:

En verdad es difícil la comunicación. Los esfuerzos del canal 8 (Venezolana de Televisión, estatal) y de la red nacional a veces se diluyen ante los aplastantes medios que maneja la oposición.

No obstante, con los medios de difusión comunitarios, que todavía no tienen mucha fortaleza, y a través de nosotros mismos, de radio bemba, tratamos de comunicarnos y de articular ciertas estrategias.

Fue testigo presencial de la matanza de Puente Llaguno, iniciada por un francotirador desde el cercano hotel Edén, pero me interesaba más el paro patronal de diciembre pasado, más reciente, que finalmente ha dejado más fuerte al Gobierno de Hugo Chávez.

Cuando el paro, yo seguí mi vida normal, porque el dueño del negocio donde trabajo es un señor que no apoya al Gobierno, pero tampoco estaba dispuesto a cerrar y perder dinero, y pensaba que esa no era una vía legal. Y Así, después del trabajo, nosotros asistíamos a todos los llamados del Gobierno y ayudábamos haciendo propaganda, pintando pancartas, con presencia activa en la calle.

Las calles tienen que estar en manos del pueblo. La oposición no tiene poder para eso. Ese fue uno de los factores que frustró sus intenciones golpistas durante el 11 de abril, porque si ellos hubiesen tenido fuerza, hubiesen podido tomar las calles, pero no tienen gente. Las calles son del pueblo, del común ciudadano. Ellos no tienen arrastre para tomar de manera permanente la ciudad.

Chávez ha llamado a que nosotros estemos permanentemente vigilantes. Ellos movilizan gente, porque detrás de la oposición hay partidos tradicionales —Acción Democrática, Primero Justicia, Copey—, que manejan mucho dinero y son expertos en movilizaciones. Tal vez tienen más experiencia que nosotros, pero nosotros estamos construyéndola y tenemos la razón.

Ellos, además, se han desgastado. Le hicieron una oferta a la gente de que iban a salir rápido del Gobierno, del Presidente. Le pusieron días. "Antes del 24 de diciembre salimos de Chávez", decían.

La gente se fue dando cuenta de que Chávez está sólido, fuerte, y que los manipulaban intereses grupales. También las diferencias entre los golpistas los han llevado a pelear entre ellos y eso ha alejado más aún a la gente.

Al final, la revolución bolivariana se tiene que consolidar, no solo por Venezuela sino por toda América Latina. Nosotros no podemos escoger entre vencer o morir, como dijera José Felix Rivas en la batalla de La Victoria el 12 de febrero de 1814, tenemos obligatoriamente que vencer.

 

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