
Joyas del pasado
La riqueza de los
archivos fonográficos refulge en las nominaciones al Cubadisco 2003
Pedro
de la Hoz
Una de las fuentes más
pródigas de la actual discografía cubana se halla en los archivos.
Y al parecer es una fuente inagotable, según lo prueban cada año
las nominaciones al Premio Cubadisco.
Issac Delgado versionó temas de la trova.
De cara a la edición
del 2003, el Comité del Premio seleccionó en el rubro de las
antologías cinco títulos de indudables valores culturales, todos
realizados por la EGREM, casa que cuenta con los mayores y más
valiosos archivos.
La decana de la
musicología en nuestro país, María Teresa Linares, se dio a la
tarea de rastrear la memoria de uno de los géneros emblemáticos de
la identidad insular en Dos siglos de guaracha; mientras que
una tarea similar se propuso en la música de concierto María Elena
Mendiola con Antología de la pianística cubana (vol. I y II).
Uno de los más
contumaces especialistas en el examen y reanimación de grabaciones
antológicas, Jorge Rodríguez, vuelve a hacer diana en Cubadisco
con La música del King: José Antonio Méndez,
imprescindible para conocer la obra de uno de los pilares del filin.
Completan las nominaciones en este acápite Moncada, tres
décadas, que atesora en tres volúmenes los mejores temas de la
popular agrupación; y La paella, repaso por la obra de la
orquesta Sensación, en un disco preparado por Toni Basanta y
Martín Collado.
Por si fuera poco, la
categoría Música de Archivo, que privilegia aquellas grabaciones
que nunca salieron en disco, deparó muy agradables sorpresas, todas
también a cargo de la EGREM, que rescató en dos volúmenes a las Grandes
voces del son cubano y sacó a la luz 18 joyas inéditas de
Omara Portuondo, a la inefable Celeste Mendoza en La soberana,
a célebres boleristas en Ídolos de la victrola cubana y al
coro de la Escuela de Instructores de Arte, la inicial, aquella que
funcionó en el hotel Comodoro en los tempranos 60, en Sembrando
la esperanza.
Otra categoría que año
tras año crece en calidad es Antología de Versiones, consagrada a
fonogramas en los que intérpretes actuales recrean temas
originalmente dados a conocer por otros. Bis Music clasificó con Del
agua que bebimos, una iniciativa de Lázaro García quien
convocó a varios trovadores para asumir canciones antiguas y
recientes; y con Versos en el cielo, interesante incursión
por la trova del salsero Issac Delgado.
Unicornio logró las
otras tres nominaciones mediante Esto sí se llama querer
(homenaje a Lili Martínez); Obsesión, de Míriam Ramos
a partir del repertorio de Benny Moré; y Una manera mejor,
del coro Entrevoces, bajo la dirección de Digna Guerra, con
versiones corales de la obra de Juan Almeida. |