La universidad en los municipios

Llegó para quedarse

IRAIDA CALZADILLA RODRÍGUEZ

Recientemente, en un encuentro con estudiantes de carreras pedagógicas, el ministro de Educación, Luis Ignacio Gómez, les decía que la universalización de la enseñanza en nuestro país no es un experimento, sino la Universidad que necesita el socialismo. Y elevaba el protagonismo de cada uno de ellos al señalar que, con sus resultados, demostraban la validez del propósito.

Foto: JOSÉ M. CORREAPara Yanet Toledo,
no hay mejor método
de aprendizaje de los
contenidos que la
propia confrontación
en las aulas.

A varios meses de iniciado el proceso, el titular comentó a Granma la favorable acogida que ha tenido en alumnos y profesores, así como las posibilidades que ofrece para preparar a los docentes en sus propios municipios, y lo que esto conlleva en el logro de la estabilidad y completamiento de los colectivos laborales.

Hoy, en todo el país 68 782 jóvenes estudian carreras pedagógicas, cifra superior en más de 20 000 a los que asistían a las aulas en el curso anterior. De esa cantidad, 57 503 lo hacen en 199 sedes municipales, bajo el régimen de estudio-trabajo y con la ventaja de contar con tutores en las propias escuelas donde laboran. El resto, primer año, se ubica en los institutos superiores pedagógicos, becados y con un plan intensivo.

A ello hay que sumar que 35 449 docentes en ejercicio también están matriculados en los cursos para trabajadores. La cifra, dicha con brevedad, apenas si explica mucho. Habrá que ahondar, entonces, que ello representa un incremento de 12 750 en relación con el período precedente: "Muchos profesores habían causado baja por dificultades personales, agravadas por problemas con el transporte. Al contar con las sedes en sus propios territorios, el acceso al estudio les es más viable", puntualizó el Ministro.

PROTAGONISTAS

Yanet Toledo Ruiz, de quinto año en la especialidad de Educación Primaria, en el Instituto Superior Pedagógico (ISP) Enrique José Varona, de la capital, ejerce la docencia en la escuela Frank Hidalgo Gato, del municipio de Plaza.

"Unir la teoría y la práctica enriquece mis conocimientos porque cada día compruebo lo que aprendo en los textos. La universalización, puesta en una balanza, tiene más ventajas que inconvenientes. Por ejemplo, estoy en mi municipio de residencia, el vínculo con los profesores y tutores es más fuerte, y existe mayor organización en la ejecución de los programas. Mi deseo es quedarme como profesional en este centro, donde recibo total apoyo."

A su vez, Yeynelia Ramos Iribar, de quinto año de Biología en el ISP guantanamero Raúl Gómez García, ponderó que la experiencia en el ejercicio diario de la profesión no es comparable con ningún otro método: "Estoy a tiempo completo con los estudiantes, los conozco, tengo su caracterización y diagnóstico, y aplico los programas. La universalización exige también a los profesores, quienes deben impartir clases con mayor calidad, de manera que los contenidos no pierdan profundidad".

En uno de los extremos de la Isla, Pinar del Río, Yarisel Iglesias Cruz estudia la licenciatura en Primaria, en el Rafael María de Mendive: "Siento el privilegio de ser maestra. En las sedes recibo clases con igual calidad que en el Instituto y cuento con excelentes profesores y tutores, además de los adjuntos, especialistas muy bien preparados. Y algo muy importante, soy de Los Palacios y ahora me siento más comprometida a ejercer y ser útil en el territorio".

Del Juan Marinello, en Matanzas, llega la opinión de Yanela González González, del quinto año de Educación Especial, quien pondera estos estudios universitarios accesibles a más personas, la posibilidad de trabajar con rigor en la autopreparación, y el uso de las nuevas tecnologías: "En mi caso, sinceramente, todo es positivo".

RETO PARA LOS EDUCADORES

Como profesor de Filosofía en el ISP Capitán Silverio Blanco, de Sancti Spíritus, ejerce Antonio Hernández Alegría: "El proceso, en la medida en que avance más, tendrá un enorme impacto académico, social y cultural, pues se convierte en un elemento transformador en los territorios. Creo que es la vía para una enseñanza adecuada, incluso superior, por su vínculo con la práctica. Este es uno de los grandes retos para los educadores en el siglo XXI".

Y Leticia Peñalver Cruz, vicerrectora del ISP Rubén Martínez Villena, en La Habana, sintetizaba: "El mayor reto que tiene el proceso es el cambio de mentalidad que debe operarse en los cuadros de dirección y profesores, porque estamos hablando de una nueva manera de hacer y de enseñar".

LA UNIVERSIDAD REVOLUCIONARIA

Luis Ignacio Gómez, titular de Educación, comentaba también que hoy los jóvenes estudian más porque no lo hacen solo para aprobar un examen, sino para cumplir con un compromiso con sus estudiantes, y con la propia comunidad que los vio nacer y crecer, lo que conlleva a una mayor consagración y a una disciplina consciente.

"La única manera de hacer una verdadera Universidad revolucionaria es cuando ella se despliega en la sociedad, y esto en los pedagógicos hoy se logra, aún cuando todavía el proceso tiene virtudes y defectos."

 

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