GINEBRA, SUIZA, 7 de abril (AIN). —
Cuba reiteró hoy el carácter universal, indivisible e
interdependiente de todos los derechos humanos, al intervenir hoy en
el tema 10 de la agenda del período 59 de sesiones de la Comisión
de Derechos Humanos.
Jorge Ferrer, miembro de la
delegación de la Isla, señaló que la comunidad internacional no
ha alcanzado un tratamiento en pie de igualdad para los derechos
económicos, sociales y culturales frente a los civiles y
políticos.
El diplomático cubano preguntó
cuántos millones de personas más deberán morir en ese genocidio
silencioso para que esta Comisión y la comunidad internacional le
presten atención a ese holocausto y adopten medidas efectivas para
ponerle fin.
En tal sentido dijo que la adopción
del Protocolo facultativo del Pacto de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales sería una contribución concreta a este
propósito.
Además, denunció que el gobierno de
Estados Unidos mantiene contra Cuba un férreo bloqueo económico,
comercial y financiero, con carácter extraterritorial, desde hace
43 años en violación de la Carta de la ONU y otras disposiciones
del Derecho Internacional.
Representantes de Venezuela, Viet
Nam, Argelia, Sri Lanka, Malasia, Sudáfrica y el Congo
Democrático, entre otros Estados miembros, concluyeron también que
todos los derechos humanos son universales, indivisibles e
interdependientes.
En ese sentido criticaron los
impedimentos al pleno goce de los derechos económicos, sociales y
culturales en naciones del Sur, en particular para los mil 200
millones de personas consideradas pobres en el planeta, entre ellos
340 millones de africanos.
Al respecto fustigaron la falta de
voluntad política de las naciones industrializadas, de las
instituciones financieras y comerciales multilaterales y las
empresas transnacionales para la realización o negación de estas
prerrogativas.
Organizaciones no gubernamentales
(ONG), entre las cuales figuraron varias cubanas y otros
participantes se refirieron al calamitoso cuadro social provocado
por la globalización neoliberal, denunciada descarnadamente por el
boliviano Lázaro Pary, del Movimiento Indio Tupac Amaru.
Pary pidió al plenario, y fue
aceptado, un minuto de silencio para honrar la memoria de las
millones de muertes causadas por el hambre, las sanciones
económicas unilaterales, las enfermedades, la explotación y hasta
por las recientes víctimas de la guerra anglo-norteamericana contra
Iraq.
El delegado estadounidense, Richard
Wall, desautorizó salomónicamente todos esos reclamos y definió a
los derechos económicos, sociales y culturales como mera
aspiración, mientras calificó a los civiles y políticos
inalienables y de aplicación inmediata.
Tal es la desfachatez del Imperio,
que llegó a culpar de todas las desgracias al mal gobierno, la
corrupción y la ausencia de una auténtica democracia de mercado en
las naciones subdesarrolladas.