LA PAZ, 26 de marzo (PL). — Un
corte de electricidad que dejó a oscuras el Palacio de Gobierno de
Bolivia acrecentó en las últimas horas los sobresaltos desatados
por dos oficiales que proclamaron públicamente discrepancias y
demandas al Gobierno.
El apagón, atribuido por la
compañía de energía a una falla en investigación, coincidió con
informes de inteligencia sobre un probable riesgo para la seguridad
del Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, según el diario La
Razón.
El mandatario fue inmediatamente
evacuado por la guardia presidencial a su residencia, y el corte
afectó también al Parlamento, que a esa hora sesionaba y cuya sede
se encuentra en la misma Plaza Murillo (principal) en que se ubica
el Palacio de Gobierno.
Periodistas y políticos consideraron
de inmediato posible un vínculo entre el corte energético y la
proclama del teniente coronel del Ejército Gilberto Ugarte, con el
apoyo del mayor David Vargas, líder de un huelga policial que el
mes pasado desencadenó un estallido de violencia social.
Ugarte y Vargas persistieron hoy en
sus posiciones críticas al Gobierno y los mandos castrenses, en
declaraciones telefónicas a radioemisoras locales en las que
replicaron los juicios por indisciplina a los que fueron sometidos
ayer mismo.
El oficial del Ejército reiteró
haberse declarado en la clandestinidad y dijo que busca asilo en
alguna embajada, mientras Vargas se declaró dispuesto a defenderse
ante el tribunal policial que lo procesará, cuya legitimidad
cuestionó, a tiempo de llamar a los mandos militares y policiales a
no someterse al poder político.
Los oficiales dijeron contar con
amplio apoyo de oficiales de nivel medio y bajo, así como
suboficiales y sargentos, en sus plataformas de 17 demandas
diversas, presentadas por Ugarte a modo de consejos al Gobierno.
Ambos aseguraron respetar la
democracia representativa y no buscar objetivos golpistas, y Vargas
demandó que los reclamos sean atendidos para evitar
"derramamiento de sangre", además de anunciar denuncias
documentadas de corrupción de niveles gubernamentales y de mandos
castrenses.
Tras la declaración presentada ayer
por los oficiales en una conferencia de prensa en un hotel a unos
metros del Palacio de Gobierno, el Ejecutivo guardó silencio por
varias horas durante las cuales una presentadora de televisión
comentó que "la democracia está en peligro" y el
comentarista oficialista Cayetano Llobet atribuyó al
"miedo" la demora.
Finalmente, el Gobierno acusó a los
oficiales de violar la prohibición constitucional de que los
militares y policías realicen actividades políticas o deliberen, y
los mandos los sometieron a procesos disciplinarios.