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Tema de racismo en
CDH se vuelve contra EE.UU.
GINEBRA, 25 de marzo.—
Si fuese cierto aquello de que cuando se habla mal de una persona,
por lejos que esté sentirá un fuerte dolor de oídos, la jefa de
la delegación de Estados Unidos, Jeanne Kirkpatrick, debe estar
sufriendo hoy amargamente.
Prensa Latina señaló
que el nombre de Estados Unidos se repitió, explícita o
implícitamente, una y otra vez en el debate de la Comisión de
Derechos Humanos (CDH) de la ONU sobre Racismo, Discriminación
Racial, Xenofobia y Todas las Formas de Discriminación.
Por pura coincidencia,
debido a un aplazamiento de ayer, la avalancha la abrió Cuba, en la
persona de María del Carmen Herrera, quien expuso lo que calificó
de cuadro persistente de violaciones masivas de derechos humanos en
Estados Unidos.
Afirmó que la
situación se exacerbó tras los atentados terroristas del 11 de
septiembre del 2001, cuando centenares de personas fueron detenidas
arbitrariamente, encarceladas y sometidas a tratos inhumanos a causa
de su aspecto físico o su origen árabe o musulmán, mientras otros
han sido expulsados del país.
Tras indicar que los
crímenes de odio pasaron de 28 en el 2000 a 500 en el 2001, un
incremento de 17 veces, acotó que en el país más rico del mundo
la mortalidad infantil de los niños de origen afronorteamericano e
indio es entre una y media y dos veces más alta que entre los
niños blancos.
Seguidamente mencionó
las abismales diferencias sociales entre blancos y negros e
hispanos, las desproporciones étnicas en la población penal y las
prácticas y leyes migratorias que provocan cuantiosas muertes a
personas de origen mexicano al intentar cruzar la frontera.
Fue solo el comienzo,
pues la andanada continuó con denuncias sobre prácticas racistas
en Estados Unidos como consecuencia del antislamismo post 11 de
septiembre, al crear un estereotipo de terrorista con rasgos
físicos de árabes y musulmanes.
Así lo expresaron las
delegaciones de Libia, Egipto, Iraq, Irán y otros países árabes,
además de por lo menos una decena de Organizaciones no
Gubernamentales, las cuales además, condenaron la guerra contra
Iraq y exigieron una acción enérgica para detenerla.
La razón casi unánime
planteada por los oradores para sostener esta posición es la
violación de los derechos humanos que la agresión significa para
la población civil y la difusión de propaganda para exacerbar
odios y crear divisiones entre los iraquíes.
Principalmente fuertes
en su lenguaje fueron varias ONG estadounidenses, entre ellas
International Posibilities Unlimited, que denunció la atmósfera de
discriminación en las escuelas primarias y secundarias públicas en
todo el país.
Muy enérgicas opiniones
sobre nuevas formas de intolerancia en Estados Unidos se escucharon
de representantes de otras ONG internacionales participantes en el
minucioso debate.
Pero también de los
dignatarios que se dirigieron hoy a la LIX Sesión de la CDH,
Estados Unidos debió escuchar reproches por el ataque militar a
Iraq.
El ministro de
Relaciones Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, calificó a la
guerra de terrible y subrayó que es una derrota para todos, al
tiempo que se lamentó de que fuera abandonado el camino de desarme
para ese país a través de los inspectores de la ONU.
Su colega de Bélgica,
Louis Michel, expresó su convicción de que esa vía pacífica y
diplomática para desarmar a Iraq era un objetivo lograble y
efectivo.
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