WASHINGTON, 7 de marzo (PL).— El
gobierno de Estados Unidos obstaculiza el visado a 103 académicos cubanos
para bloquear su participación en una cumbre científica
internacional prevista en Dallas, Texas, del 27 al 29 de marzo.
El director de Estudios
Latinoamericanos de la Universidad de Redlands, California, y
presidente de la Asociación de Estudios Latinoamericanos, Arturo
Arias, denunció que tal acción "refleja el empeño de la
Administración (del presidente estadounidense, George W.) Bush de
interferir en el diálogo entre académicos cubanos y
norteamericanos".
De acuerdo con el Chronicle of Higher
Education, publicación especializada en temas académicos y
universitarios, de los 103 especialistas programados para presentar ponencias en el
foro, 40 están invitados y finaciados por la mencionada
asociación.
Muchos de los congresos sobre
estudios latinoamericanos se efectúan en Estados Unidos, pero
seguir organizándolos en este país "no será deseable en lo
adelante si el gobierno decide dejar fuera a los científicos
cubanos", consideró Eloise Linger, de la Universidad de Nueva
York en Old Westbury.
"Si la integridad académica de
nuestra conferencia se ve amenazada por la incompetencia
burocrática o por la hostilidad política, entonces debemos
realizar el foro en otro país donde todos seamos bienvenidos",
sugirió Linger.
Se trata del Congreso Latinoamericano
de Ciencias Sociales (LASA), en el que asisten también expertos de
Estados Unidos y Canadá, considerado el evento de mayor relevancia
en este campo que se realiza en el Hemisferio Occidental.
Unos cuatro mil investigadores, a
nombre personal o de instituciones, están previstos que asistan a
la mayor cita de su tipo dedicada a los estudios latinoamericanos.
De ese monto, el 40 por ciento proviene del extranjero.
El Chronicle of Higher Education
señala que la arbitraria acción del gobierno rompe con la
tradicional participación de los cubanos en años anteriores.
Analistas políticos consideraron que
tal actitud muestra la determinación de las actuales autoridades
en Washington de interferir y tensar aún más las relaciones entre
los dos países y empeorar la situación para los cubanos en
cualquier forma posible, incluso acudiendo a extremos absurdos.
Arias sostuvo en una carta
electrónica que esa decisión política es interpretada por la
comunidad científica norteamericana como una estratagema para
evitar los intercambios académicos.
Según explica la publicación
universitaria, el Departamento de Estado aludió un acápite del Acta de Inmigración y Nacionalidad, el cual
permite al Presidente prohibir la entrada al país de cualquier
extranjero cuya presencia estime "vaya en detrimento de los
intereses de Estados Unidos".
La vocera de la Secretaría de
Estado, Kelly Shanon, evitó precisar el motivo real detrás de la
negativa y expresó que de acuerdo con la nueva Acta de Reforma de
Visa e Incremento de la Seguridad Fronteriza los cubanos que
soliciten visado deberán pasar chequeos especiales, incluidos por
las agencias de espionaje o cualquier otro departamento interesado.
Recalcó asimismo que las autoridades
no tienen la obligación de aceptar o rechazar una solicitud de
entrada al país dentro de un límite de tiempo.
El Centro David Rockerfeller de
Estudios sobre América Latina había invitado a seis de los
especialistas cubanos a visitar esa institución después del foro
en Dallas, pero ahora su iniciativa se ha visto frustrada.
"Es muy difícil organizar
reuniones o eventos cuando no sabemos cuándo podrán venir los
académicos", se quejó Lorena Barbería, directora del
Programa sobre Cuba en el Centro David Rockerfeller.