PARÍS, 5 de marzo (PL). — Francia,
Rusia y Alemania afirmaron hoy en esta capital que no permitirán la
aprobación en la ONU de una resolución que autorice el uso de la
fuerza contra Iraq.
Tras una entrevista relámpago para
trazar la estrategia a seguir de cara a la reunión del Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas el próximo viernes, los cancilleres
francés, ruso y alemán, Dominique Villepin, Igor Ivanov y Joschka
Fischer, respectivamente, ofrecieron una conferencia de prensa.
Sobre el particular, Villepin e
Ivanov, cuyos países son dos de los cinco miembros permanentes del
Consejo de Seguridad con derecho al veto, puntualizaron que
asumirán la responsabilidad que corresponde a sus estados en tal
caso.
Ivanov aclaró que esa posición
también es compartida por China, otro miembro permanente.
En sus declaraciones los tres
ministros de exteriores reiteraron las posiciones de sus respectivos
gobiernos, opuestos a la guerra contra Iraq y a favor de continuar y
ampliar las inspecciones para comprobar si Bagdad posee armas
nucleares, como dice Washington.
Poco antes del encuentro con sus
homólogos, el jefe de la diplomacia rusa se entrevistó con el
presidente galo, Jacques Chirac, con quien conversó sobre el
respaldo de sus respectivos gobiernos a una solución pacifica del
conflicto.
Ivanov llegó a esta capital
procedente de Londres, donde conversó con el ministro del Exterior
británico, Jack Straw, y ambos ratificaron sus diferentes puntos de
vista en torno al conflicto de Iraq, en el cual Gran Bretaña es el
principal aliado de Estados Unidos en los preparativos bélicos.
El próximo viernes los jefes de los
inspectores internacionales Hans Blix y Mohamed El Baradei
informarán en el Consejo de Seguridad sobre la marcha de las
verificaciones y la cooperación que ofrece el gobierno de Bagdad,
el cual comenzó a destruir los cohetes Al Samud II.
Es por ello, que Washington y
Londres, lo otros dos países con derecho al veto, intensificaron el
cabildeo entre los 15 miembros del Consejo en busca de por lo menos
los nueve votos que necesita para conseguir el aval a una nueva
resolución que abra el camino a la guerra y para evitar el veto de
los miembros permanentes.
Según ha declarado en reiteradas
ocasiones Villepin, la mayoría de los integrantes de esa entidad
apoyan el proyecto franco-alemán- ruso, aprobado por China.