Aniversario 45 de la victoria rebelde en Pino del Agua

Junto con los pinos crece una obra

Pedro Mora

PINO DEL AGUA, Sierra Maestra.— Cuando los niños de Pino del Agua estudian en sus aulas los beneficios de la obra revolucionaria, los relacionan con las importantes victorias del Ejército Rebelde del 17 de septiembre de 1957 y el 16 y 17 de febrero de 1958, ocurridas en su territorio.

Por los matutinos de la escuela, las clases y los testimonios de familiares y vecinos, han conocido de la crueldad de las tropas batistianas y del papel desempeñado por los rebeldes para alcanzar la libertad que disfrutamos hoy.

En la primaria Batalla de Pino del Agua estudian ocho niños que tienen acceso al programa audiovisual mediante computadora, televisor y video. La energía proviene de la minihidroeléctrica del barrio.

El abrupto paraje, enclavado en medio de las mayores montañas de la Sierra Maestra, pertenece al Consejo Popular de La Plata que tiene más de 2 000 habitantes, tres consultorios del médico de la familia,18 escuelas electrificadas, y varias salas de TV. Los centros educacionales de San Ignacio y Providencia Arriba tienen, respectivamente, un alumno.

La mayoría de los moradores de Pino del Agua viven en casas dispersas. Alrededor del sitio histórico crecen plantaciones de pinos pertenecientes a la unidad silvícola municipal que garantiza empleo. Ahora se le llama Pino del Agua Arriba.

El asentamiento más cercano es Oro de Guisa y sus actividades económicas fundamentales son el café y los recursos forestales. Cuenta con la primera biblioteca inaugurada en zonas montañosas de América Latina en 1972, dos panaderías, una despulpadora, círculo social, bodega y área deportiva. Hasta allí llega una ruta de ómnibus serranos que nace en la capital del municipio.

Para tener idea de cuánto se ha avanzado en este intrincado lomerío del territorio oriental, debe decirse que de todas las salas de televisión en funcionamiento en la provincia de Granma, muchas prestan servicios en las montañas de Guisa, y otras están en ejecución. Para su edificación algunas han requerido del traslado de materiales en mulos o en hombros, por lo inaccesible de su ubicación.

A 45 años de la victoriosa batalla de Fidel con las Columnas 1 y 4, Pino del Agua no es solo un paraje donde crece en abundancia el árbol que le da nombre. Allí también alcanza elevada estatura la obra revolucionaria, el amor a sus héroes y mártires, y avanzan los pinos nuevos, seguidores de tradiciones laborales, combativas y patrióticas de todo un pueblo.

 

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