Isla de la Juventud

Desafío constructivo a 300 metros 

Diego Rodríguez Molina

NUEVA GERONA.— En los cerros de Caballos, a unos 300 metros sobre el nivel del mar y donde se levanta la torre que permite la recepción y envío de las señales de televisión, telefonía digital y otros medios de comunicación, los constructores pineros volvieron a desafiar los riesgos de esa compleja altura, el frío multiplicado de estos días, los cambios de presión e infinidad de riesgos más por la abrupta pendiente.

Donde no resultó la moderna tecnología disponible, como las máquinas que impulsan por tubería el hormigón, dada las difíciles condiciones del lugar, sí pudo la voluntad de los hombres y mujeres del Grupo Empresarial de la Construcción, para concluir antes de lo previsto lo que será el primer paso para la solución definitiva de esa estructura metálica dañada por el huracán Michelle.

Foto: ROBERTO GARCÍAVenciendo frío, abrupta
 pendiente y la altura, los
 constructores llevaron el
 hormigón a cubo, de mano en
 mano, para la nueva torre.

Se trata de una nueva torre de mayor fortaleza y altura (de 50 metros, 15 más que la anterior), capaz de resistir potentes y acelerados vientos.

Cubo a cubo, de mano en mano, alzadas más de 100 metros, hasta donde podían llegar los trompos por la estrecha carretera, y a lo largo de una cadena humana loma arriba, completaron los 50 metros cúbicos de hormigón necesarios para reforzar la base de la nueva torre, no sin antes adoptar medidas de protección.

"Nos movilizamos más de 400 trabajadores, incluido el personal de las oficinas, para concluir tan importante misión, por eso laboramos hasta la noche", enfatiza Héctor García Gómez, secretario general del Buró Sindical de la Agrupación.

"La disposición de los colectivos, subraya, no se hizo esperar, y reeditaron la hazaña que en 1970 hizo posible la obra: fueron llevados al hombro los materiales, después de desbrozar el camino, con el objetivo de ver la televisión sin dificultad y asegurar las comunicaciones".

Rita María García Gutiérrez, ingeniera jefa de la unidad básica de servicios, explicó que en sus 18 años de profesión jamás había tenido experiencia tan compleja y peligrosa como esta, en la que participaron todos, hasta quienes tienen menos posibilidades.

Entre los protagonistas de la nueva proeza sobresalían algunos que integraron las fuerzas juveniles que hace más de 30 años levantaron la estructura metálica y otras edificaciones, como José Joel Reyes, Miguel Martínez, Andrés Mancilla, Ismelda Castillo, Fulgencio Pelliciel y José Martínez, quien para mayor alegría cumplió 51 años de edad reviviendo recuerdos y sacando fuerzas junto a los más jóvenes.

 

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