Da capo por Digna Guerra

Pedro de la Hoz

Digna Guerra no imaginó que la cita para una supuesta audición en la mañana del viernes era una noble trampa que le habían tendido sus compañeros de canto para que le tomara por sorpresa el homenaje que el Ministerio de Cultura, el Centro Nacional de Música de Concierto y el propio colectivo del Coro Nacional de Cuba merecidamente le tributaron.

Las motivaciones para celebrarla abundaron, desde el otorgamiento de la Orden Félix Varela por el Consejo de Estado hasta los logros artísticos que ha conseguido en los últimos tiempos al consolidar el prestigio de su agrupación coral tanto en casa como en el exterior.

Esa solidez irradiante es la que ha acrecentado la convocatoria de la capital cubana como plaza coral de primer orden, como lo demostrará el próximo mayo la nueva convocatoria de Corhabana, y la adjudicación de la sede de un festival internacional de coros de niños y jóvenes en el verano.

Aun estando en Porto Alegre, como parte de la delegación de la Isla al Foro Social Mundial, el ministro de Cultura, Abel Prieto, se hizo presente en el homenaje al refrendar un diploma de reconocimiento a la excelencia artística de la maestra y a su consagración al movimiento coral cubano.

En medio de la celebración, con música por supuesto, todos, metafóricamente, supieron por la propia maestra su renovada voluntad de entrega, lo que en términos sonoros vendría a ser un da capo, es decir, trabajar como si volviera a comenzar.

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