BAGDAD, 7 de enero (PL). — El
            presidente iraquí, Saddan Hussein, reiteró hoy las acusaciones de
            espionaje contra los expertos de armamentos de la ONU quienes
            inspeccionan en su país en busca de arsenales de armas de
            destrucción masiva, informó la televisión local.
            Los inspectores van a las unidades
            militares para constatar la cohesión del Ejército y hacen
            preguntas que no tienen nada que ver con las armas de destrucción
            masiva, denunció el mandatario.
            Añadió que los expertos "se
            dedican a un trabajo que no tiene nada que ver con ellos, están a
            la búsqueda de información" y "visitan las fábricas,
            interrogan a los obreros y piden el listado de científicos que no
            tienen ninguna relación con las armas de destrucción masiva".
            Sin embargo, el portavoz de los
            inspectores, Hiro Ueki, declaró este martes que las autoridades
            iraquíes continúan colaborando de igual forma con los expertos.
            Medios diplomáticos en esta capital
            estimaron que las denuncias del gobernante iraquí contra la misión
            de inspección de la ONU son una advertencia contra esa posibilidad,
            pero no parecen preludiar un rompimiento o un cese de cooperación.
            En este ambiente, por primera vez hoy
            los técnicos empezaron a valerse de helicópteros para su búsqueda
            diaria de armas prohibidas en esta nación, informó la agencia
            árabe Al Bawaba en su página Web.
            Algunos técnicos en armas químicas
            de la Comisión de Monitoreo, Verificación e Inspección de la ONU
            (UNMOVIC), volaron en esas naves hasta unos 450 kilómetros al oeste
            de Bagdad y cerca de la frontera con Siria, en el norte, para
            realizar su trabajo, dijo la fuente que no especificó cuales fueron
            los resultados.
            Tres helicópteros blancos de la ONU
            y dos del Ejército que transportaban a los funcionarios árabes de
            enlace con los inspectores, despegaron de la base aérea Al Rashid
            en el extremo este de Bagdad.
            Por su parte, la agencia local de
            información INA, reportó que otro grupo de inspectores en tierra
            se trasladó a por lo menos seis sitios en busca de arsenales.
            Especialistas de armas biológicas se
            presentaron en el Centro Saddam para Investigaciones del Cáncer en
            Bagdad y un equipo del Organismo Internacional de Energía Atómica
            (OIEA), se dirigió a inspeccionar la fábrica de cemento de
            Kubeisa, en las afueras de esta capital y una base de la fuerza
            aérea en las cercanías, dijo INA.
            Los inspectores de la ONU deberán
            entregar su primer informe al Consejo de Seguridad sobre los
            programas de armas de Iraq el próximo 27 de enero.
            Ese documento se unirá a uno
            entregado por Bagdad a la ONU el pasado 7 de diciembre como exigió
            la resolución 1441 del Consejo de Seguridad sobre sus armamentos y
            programas militares.
            Ese texto de unas 12 mil páginas,
            sin embargo, concitó las dudas de los gobiernos de Estados Unidos y
            Gran Bretaña, los cuales dijeron que Iraq escamoteó información y
            no fue lo suficientemente explícito como exigía la resolución.