WASHINGTON, 7 de enero (PL). — El
            presidente estadounidense, George W. Bush, anunció hoy un plan que
            reduce en 674 mil millones de dólares los impuestos para estimular
            la economía aunque la oposición demócrata dice que es para
            beneficiar a los ricos.
            Bush hizo el anuncio en Chicago como
            parte de su temprana campaña por la reelección, pero tendrá que
            presentarla al Congreso donde la bancada demócrata intentará
            derrotarla y hacer prevalecer la suya que, según sus voceros, es
            más factible e implica solamente 136 mil millones de dólares.
            La propuesta de los republicanos —que
            tienen mayoría en el Congreso— también eliminará el impuesto al
            pago de dividendos a los accionistas de las bolsas de valores, que
            en la actualidad es cobrado dos veces, primero a los beneficios
            corporativos y luego cuando son repartidos entre los inversionistas.
            Además, adelantará las reducciones
            fiscales para todos los contribuyentes imponibles que deberían
            tener lugar en el 2004 y el 2006, y creará cuentas de reempleo de
            hasta tres mil dólares a desempleados, algo mínimo en comparación
            con las asignaciones a los empresarios.
            Los demócratas, al criticar el plan,
            señalan que está concebido casi en su totalidad para los ricos,
            que son quienes pagan los mayores volúmenes de impuestos, pues los
            pobres no tributan o lo hacen en muy poca cuantía porque sus
            menguados ingresos los exonera de esa responsabilidad.
            La Casa Blanca dijo que 92 millones
            de norteamericanos verán reducidos sus impuestos en un promedio de
            mil 83 dólares este año.
            Pero esa media no contempla a los
            empresarios que recibirán el grueso del volumen de dinero
            propuesto.
            En cambio, mete en un mismo saco a
            ciudadanos ricos y pobres y hace aparentar que estos últimos
            ahorrarán esa cifra cuando en la realidad no es así.
            El representante demócrata George
            Millar dijo que el presidente Bush en realidad está invirtiendo 674
            mil millones de dólares en la vieja teoría republicana de dar
            beneficios a los ricos y que las migajas caigan sobre los pobres.
            Ese dinero que propone Bush eliminar
            de los impuestos en 10 años se suma al 1,35 billones de dólares
            con igual fin aprobado por el Congreso en el año 2001, por lo cual
            el fisco dejará de percibir en una década dos billones de dólares
            que se quedarán en los bolsillos de los empresarios principalmente.
            La decisión contrasta con el hecho
            de que desde el año pasado quedaron eliminados los 6,5 billones de
            dólares de superávit fiscal logrados por la administración
            anterior y que sirvieron de justificación para el recorte
            impositivo de 2001.
            En cambio, Bush enfrentó un déficit
            de 159 mil millones de dólares en 2002 y tendrá este año otro de
            109 mil millones, hasta que logre la recuperación fiscal en el 2006
            después de bajar el déficit a 48 mil millones en 2005, según sus
            planes.
            Los demócratas denuncian que la
            verdadera causa de los déficit públicos que ya sufre el país no
            están en el exagerado presupuesto militar de 365 mil millones de
            dólares para este año y el de seguridad nacional de 79 mil
            millones, sino en la injustificable reducción tributaria a la
            élite más poderosa de la nación.