Aniversario 45 del combate de Altos de Conrado

Reafirmación de la lucha guerrillera

Texto y fotos: PEDRO MORA

BAYAMO.— El combate de Altos de Conrado se inscribe entre las acciones militares con las que el Ejército Rebelde despide a 1957, en medio de una tenaz lucha guerrillera en la Sierra Maestra y a poco más de un año del desembarco del Granma por las costas de Niquero.

Esa etapa resaltó el férreo heroísmo de los expedicionarios para sobreponerse a la sorpresa y dispersión de Alegría de Pío y a la trágica realidad del cruel asesinato de muchos compañeros en los días posteriores al arribo por Los Cayuelos. Demostraba cómo a pesar de las fuerzas y medios empleados por el enemigo, la esperanza de libertad continuaba viva.

El Comandante Walfrido Pérez.

Pero ese período ofrece también satisfacción a nobles anhelos libertarios, entre ellos el reencuentro de Cinco Palmas el 18 de diciembre de 1956, la primera victoria del naciente Ejército Rebelde en La Plata el 17 de enero de 1957, la llegada de los refuerzos enviados por la dirección del Movimiento 26 de Julio en Oriente y otros triunfos que afianzaron la presencia de la guerrilla en las montañas.

Después del combate de Mar Verde, escenificado el 29 de noviembre de 1957, la columna comandada por el Che, cumplió un dinámico itinerario para protegerse y hostigar a las fuerzas de la tiranía llegadas a aquellos lugares como consecuencia de la ofensiva para aniquilar a Fidel y sus hombres.

Walfrido Pérez, uno de los integrantes del pelotón de la vanguardia en aquellos momentos, y con el tiempo Comandante de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionaras, rememora lo ocurrido:

"Fueron días muy violentos, los guardias nos seguían constantemente y nosotros les hacíamos emboscadas en distintos lugares, entre ellos en Santa Ana. De este lugar partimos para Altos de Conrado.

"Yo pertenecía al pelotón de Camilo Cienfuegos y a la escuadra de Orestes Guerra. Con nosotros se encontraban, Alejandro Oñate Cañete (Cantinflas), Rodolfo Vázquez, Manuel Espinosa y otros.''

COMIENZAN LOS TIROS

Al conocer que el enemigo estaba acampado en Santa Ana, el Che decidió interponerle una emboscada en Altos de Conrado. En el fogón apagado de la casa del campesino que da nombre a la elevación, dejó como trampa dos bombas, mientras que en sitios seguros los combatientes aguardaban.

Después de tres días de espera permanente, el 8 de diciembre de 1957 en horas de la mañana llegaba la noticia del avance de los guardias de la tiranía. La columna del criminal batistiano Ángel Sánchez Mosquera se abría paso protegida por la vegetación.

"El Che nos había dejado a mí y a Israel Pardo en el camino de la panadería, pero por ahí no cogieron. Se acercaron por un paraje donde el bosque conducía a un claro con árboles derribados; por allí estaban emboscados Camilo y otros compañeros. Ibrahim Aniceto (Ibrahim Sotomayor) se adelanta y dispara. Los soldados se dispersan en el monte a la desbandada'', explica Walfrido Pérez.

El "Capitán Descalzo" 
entregó su finca para la
Comandancia de La Mesa. 

Concluido el combate, la poderosa ofensiva enemiga no pudo romper la línea defensiva de los rebeldes y ni siquiera llegó hasta la casa del campesino Conrado, lo cual demostró su incapacidad.

En los días del combate de Altos de Conrado, 45 años atrás, el Guerrillero Heroico trasladó su campamento para La Mesa, en parte de la finca de Hipólito Torres Guerra "el Capitán Descalzo''. En ese lugar estuvo desde el 8 de diciembre de 1957 hasta el 10 de marzo de 1958, cuando queda al frente de la instalación Ramiro Valdés.

Polo Torres que estuvo entre los campesinos que colaboraron y luego fueron valiosos combatientes de la Revolución, precisa que Conrado Enríquez era un vecino, militante del Partido Socialista Popular. Su casa estaba entre el alto que tomó su nombre y la Poza del Agua. "Es allí donde le realiza el Che la emboscada a los guardias y hieren a `Cantinflas'. En ese combate un disparo enemigo alcanza al Che en un pie y le extraen el proyectil días después ".

El Capitán Descalzo recuerda que, con anterioridad, el Che le ordenó que construyera un hospital de campaña, y al preguntar por los materiales que utilizaría, el jefe le expresó: "Hay que inventarlos, Polo."

Con un mínimo de recursos comenzó la Comandancia de La Mesa, pero ya disponía de armería, tienda, hospital, panadería, escuela, carpintería, cárcel, hojalatería, el periódico El Cubano Libre y la emisora Radio Rebelde, cuyas primeras transmisiones se realizaron desde allí el 24 de febrero de 1958, (allí la escuela Ángel Guevara el pasado curso, reabrió sus puertas para educar a niños de la zona).

En la Pata de La Mesa, área llamada así por los combatientes del Che, fueron ascendidos a comandantes Raúl y Almeida, en 1958.

Polo Torres recuerda cuando en una ocasión le sirvió de guía a Fidel para pasar delante de la vanguardia de la guerrilla que les llevaba horas de ventaja.Y lo lograron.

Vanguardia en la producción apícola, defensor permanente de los ideales que ayudó a forjar en la Sierra Maestra, este combatiente vive orgulloso de la victoria rebelde en Altos de Conrado hace 45 años.

 

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