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Cuba nunca olvidará el noble gesto de sus
hermanos caribeños
Discurso pronunciado
por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del
Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los
Consejos de Estado y de Ministros, con motivo del aniversario 30 de
las relaciones diplomáticas con Barbados, Guyana, Jamaica y
Trinidad y Tobago, en el Palacio de las Convenciones, el 8 de
diciembre del 2002, "Año de los Héroes Prisioneros del Imperio".
(Versiones
Taquigráficas - Consejo de Estado)
Honorables
Jefes de Estado o de Gobierno de Barbados, Guyana, Jamaica y
Trinidad y Tobago, que son los cuatro países caribeños que ya en
1972 habían alcanzado su independencia y dieron el valiente paso de
establecer relaciones diplomáticas con Cuba hace 30 años;
Honorables Jefes de
Estado o de Gobierno de los demás países miembros del CARICOM con
los que sostenemos estrechas y excelentes relaciones de hermandad,
solidaridad y cooperación en múltiples esferas, que constituyen un
ejemplo de relaciones entre países pequeños y en desarrollo;
Distinguidos Jefes de
delegaciones, Ministros e Invitados Especiales:
Un día como hoy, hace
exactamente 30 años, cuatro pequeños países del Caribe
anglófono, recién estrenados en una independencia largamente
deseada, decidieron establecer relaciones diplomáticas con Cuba.
Ya anteriormente y desde
los umbrales de la Revolución Cubana, habían mostrado sus
simpatías y respeto por nuestro proceso. En fecha tan temprana como
enero de 1959, el gobierno local de la aún colonia inglesa de
Guyana, encabezado por el Dr. Cheddi Jagan, líder del Partido
Progresista del Pueblo, había declarado su solidaridad con la
Revolución Cubana.
En el segundo semestre
de 1972, Guyana es sede de una reunión del Movimiento de Países No
Alineados. Presidiendo la delegación cubana participa el Canciller
de la Dignidad, compañero Raúl Roa. Por la parte guyanesa actuaba
como Canciller en aquel entonces Sir Shridath Ramphall, a quien
hemos invitado a esta reunión en virtud del papel que jugó y ha
seguido jugando a favor de la integración regional, y en particular
de la integración de Cuba no sólo al Caribe, sino también al
conjunto de naciones de África, Caribe y Pacífico (ACP). Aquella
reunión sirvió de antesala a la decisión de los Primeros
Ministros de Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad y Tobago de
establecer relaciones con Cuba.
Probablemente, los
líderes de estos países, considerados igualmente padres fundadores
de la independencia de sus naciones y de la integración caribeña,
Errol Barrow, de Barbados; Forbes Burnham, de Guyana; Michael
Manley, de Jamaica, y Eric Williams, de Trinidad y Tobago, al
decidir el establecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba,
comprendían que estaban trazando el camino para lo que sería
después la política exterior de la Comunidad del Caribe, que tiene
hasta el día de hoy tres características fundamentales: la
independencia, la valentía y la acción concertada.
Las relaciones
diplomáticas son firmadas el 8 de diciembre de 1972 en actos
paralelos en la misión de Jamaica ante las Naciones Unidas y
nuestra embajada en Ottawa. Luego, en la medida en que fueron
conquistando la independencia e integrándose a la familia
caribeña, el resto de los países de CARICOM establecieron
relaciones plenas con Cuba.
Esta decisión, de
incuestionable valentía política, adoptada por países pequeños
recién independizados, en un entorno hostil y de grandes presiones,
constituyó un paso fundamental para la ruptura del bloqueo
diplomático y comercial a Cuba en la región y una brecha contra el
aislamiento a que nos habían sometido utilizando a la OEA. Cuba
nunca olvidará el noble gesto de sus hermanos caribeños.
Los
países caribeños enfrentamos el reto de sobrevivir y avanzar en
medio de la más profunda crisis económica, social y política que
hayan sufrido nuestro hemisferio y el mundo, y cuando la
globalización neoliberal amenaza con destruir no sólo nuestro
derecho al desarrollo, sino incluso nuestra diversidad cultural y
nuestras identidades. La única salida para nuestros pueblos es la
integración y la cooperación, no sólo entre los Estados, sino
también entre los diversos esquemas y organizaciones regionales.
Es un imperativo para
contrarrestar los efectos adversos de un sistema internacional
injusto y excluyente, que hace sufrir especialmente a nuestros
pequeños y vulnerables países. Por eso con tanto entusiasmo
apoyamos, desde su creación, a la Asociación de Estados del
Caribe, y trabajamos en la firma de un Acuerdo de Comercio y
Cooperación Económica entre CARICOM y Cuba.
Nuestra Patria apoya y
apoyará siempre el derecho de los países pequeños y vulnerables a
recibir un Trato Especial y Diferenciado en el acceso al comercio y
las inversiones; a recibir recursos financieros adicionales y en
condiciones concesionales; a acceder gratuitamente a tecnologías
limpias y eficientes, en condiciones adecuadas.
Cuba se opondrá siempre
al saqueo de los profesionales, los médicos, las enfermeras y los
maestros de los países caribeños por parte de los países ricos, y
rechazará el consumo desenfrenado y opulento de un pequeño grupo
de ricos países, que envenenan los mares y el aire, sometiendo a
graves riesgos la vida en nuestros pequeños Estados insulares.
El tema que proponemos
pretende abordar los principales desafíos que enfrenta la región y
la forma concertada y enérgica de encararlos.
Reiteramos nuestro
compromiso firme e invariable de cooperar con nuestros hermanos del
Caribe. Nuestro país está dispuesto a compartir con ellos sus
modestos logros. Si bien es cierto que entre 1961 y el 2002 se han
graduado en Cuba 1 085 estudiantes en más de 33 especialidades, de
ellos, 818 de nivel superior, procedentes de los 14 países de la
Comunidad del Caribe, la cifra debe elevarse y se elevará año por
año. De hecho, en la actualidad los centros de enseñanza superior
de Cuba están ya a disposición de miles de jóvenes caribeños,
entre ellos alrededor de mil estudiantes de Medicina, sin costo
alguno.
En la actualidad, Cuba
contribuye con 1 174 cooperantes civiles en países de CARICOM. De
ellos, 964 en el sector de la salud, más de dos tercios como
donación de servicios. Algunos países hermanos no dispondrían de
recursos económicos para costear esos vitales servicios
profesionales.
Sabemos que bajo la
conducción del CARICOM los países de la región aprobaron en
febrero del 2001 la "Iniciativa para el Caribe en la lucha contra el
VIH/SIDA".
Cuba está en
disposición de apoyar esa iniciativa con todos los conocimientos
científicos y la experiencia adquirida en la lucha contra el
VIH/SIDA, en correspondencia con las prioridades ya identificadas en
la estrategia regional de enfrentamiento a esta temible y
destructiva plaga.
Nuestro país está
dispuesto a contribuir a ese esfuerzo decisivo y vital con mil
trabajadores de la salud, cuyos salarios serán sufragados por
nuestro Estado. Dicho personal podrá contribuir, además, al
entrenamiento y capacitación de los especialistas y técnicos
nacionales en servicio.
Igualmente ofrecemos los
profesores y técnicos necesarios para la creación, en un país del
Caribe que decida el CARICOM, de un Centro de Enseñanza Técnica
para la enfermería y otras especialidades de las ciencias médicas
a ese nivel, que podrá formar cada año hasta doscientos jóvenes
provenientes de todos los países pertenecientes a esa institución,
especialmente preparados para la prestación de servicios a
pacientes con VIH/SIDA.
Contribuir gratuitamente
con una parte no menor al 30 por ciento del valor de los equipos y
kits diagnósticos producidos en nuestro país para el montaje de
laboratorios SUMA que facilitan el pesquisaje masivo de la
población. Esta es una tecnología de fácil manejo, diseñada y
validada no sólo en Cuba, sino empleada ya en más de 35 países.
Nuestra cooperación incluiría no sólo la instalación, puesta en
marcha y asistencia técnica al equipamiento, sino también el
entrenamiento de personal local para la explotación de dicha
tecnología. En el caso de Haití, tomando en cuenta su colosal
pobreza, el número de sus habitantes y el elevado índice de
personas afectadas, Cuba estaría dispuesta a compartir con otros
países donantes hasta el 40 por ciento del valor de esos equipos y
kits diagnósticos. Para tal proyecto, que sería verdaderamente
salvador para los pueblos caribeños, es indispensable buscar y
obtener el apoyo de organismos internacionales y países con mayores
posibilidades, en especial con relación a los medicamentos
antirretrovirales, cuyos costos Cuba, aportando su experiencia y los
grandes avances obtenidos en la producción, el uso y la eficacia de
los medicamentos, podría contribuir a reducir al mínimo, sin
obtener ganancia alguna.
El Caribe ha luchado con
todas sus fuerzas para que Cuba fuera miembro del Convenio de
Cotonou. El Caribe lideró los esfuerzos solidarios del Grupo de
Países de África, Caribe y Pacífico (ACP) que en 1998 acordaron
integrar a Cuba como Observador en el Grupo ACP y desde el año 2000
como país miembro.
Factores ajenos a la
voluntad de Cuba y del Caribe obligaron a nuestro país a retirar su
solicitud de ingreso que, pensando sobre todo en el interés
caribeño, Cuba había hecho en marzo del año 2000.
La situación en parte
ha cambiado. Algunas condiciones humillantes han sido de cierta
forma atemperadas. Cuba, que ha seguido recibiendo reiteradas
solicitudes del Grupo ACP, y del Caribe en particular, para que
solicite su adhesión al Convenio de Cotonou, y guiada por su deseo
de estrechar aún más sus lazos y su destino con los hermanos del
Caribe y el Grupo ACP, desea comunicarles a ustedes, Jefes de
Estados y Gobiernos del Caribe, la decisión de presentar la
solicitud de adhesión al Acuerdo de Asociación entre los Estados
ACP y la Unión Europea, conocido como Convenio de Cotonou
(Aplausos).
Cuba guardará eterno
agradecimiento a sus hermanos caribeños por su vertical posición
de respeto y solidaridad hacia nuestro país. La prueba más
reciente fue el voto de toda la Comunidad del Caribe, con una sola
voz y sin excepción alguna, en la Asamblea General de Naciones
Unidas en contra del injusto y despiadado bloqueo contra nuestro
país, que ha durado ya casi 44 años, hecho insólito y sin
precedente alguno en la historia.
La unidad, la dignidad y
la integración racional y solidaria constituyen el único camino
para enfrentar los desafíos comunes del mundo globalizado, desigual
y excluyente, que nos amenaza a todos.
En nombre de la amistad
y de los lazos históricos, culturales, familiares y de todo tipo
que nos unen, les agradezco a todos ustedes, entrañables hermanos,
el inmenso honor de haber aceptado la invitación a celebrar el 30
aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas de
Barbados, Jamaica, Guyana y Trinidad y Tobago con nuestra Patria,
una hermosa página de solidaridad sin precedentes en nuestro
hemisferio. Los hijos de Cuba están y estarán a la entera
disposición de ustedes, nobles y abnegados compatriotas caribeños.
Les reitero, en nombre
de nuestro noble y heroico pueblo, que el Caribe siempre podrá
contar con la eterna amistad, el desinterés, la gratitud y el apoyo
pleno y total de sus hermanos cubanos.
¡Muchas gracias!
(Aplausos prolongados.) |