IV Pleno del Partido en Las Tunas

Idea por idea, persona a persona

Pastor Batista Valdés

LAS TUNAS.— La creciente influencia que en el terreno de las ideas siguen llamadas a ejercer las organizaciones partidistas de base y sus militantes en este territorio, fue objeto de amplia reflexión aquí durante el IV Pleno del Comité Provincial del Partido.

Procesos como el que tiene lugar en estos momentos en el sector azucarero, para reordenar y perfeccionar el trabajo de esa industria, demandan una oportuna e inteligente labor de información, explicación, razonamiento y cooperación con miles de trabajadores y familiares, cuyo aporte continúa siendo decisivo ahora, cuando se insertan en otras actividades productivas, de servicios o de otra índole, distintas a las que durante años han venido realizando.

En zonas como Manatí y Jobabo —municipios cuyos centrales azucareros cesan en sus labores— se constituyen estructuras del Partido, del Sindicato y de la Unión de Jóvenes Comunistas en los nuevos colectivos, tanto en el ámbito docente como en otras esferas, para estar en condiciones de asimilar a la totalidad de la referida fuerza azucarera.

De lo que se trata —según valoró este Pleno— es de trabajar por todas las vías posibles con las personas para, a partir de su preparación, voluntad y actitud, mantener y mejorar no solo los niveles de empleo que distinguen a esta provincia en el contexto nacional, sino también el aporte y los resultados concretos que está pidiendo la máxima dirección del país tanto en el sector azucarero como en las demás ramas del acontecer nacional.

Ilustrativo de que todavía es insuficiente el trabajo en este sentido, resultó el debate en torno a la existencia de personas desvinculadas del estudio y del trabajo, entre quienes proliferan actividades y negocios ilícitos, quienes perciben los mismos beneficios que el resto de los habitantes.

Puntos de vista como los expuestos por Juan Botey Coba, Roger Enrique Mastrapa o Gladys Vázquez confirmaron que la fórmula para ocupar a todo el mundo en labores útiles, y que cada quien haga lo que le corresponde, no hay que buscarla fuera; está en el control, la exigencia y la acción mancomunada de base: la misma que permitió incorporar aquí a miles de familias a la solución de un problema tan crucial como el de la vivienda, mediante un movimiento popular que da cuenta hoy de unas 18 000 casas en distintas fases de ejecución.

 

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