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Se inicia una profunda e inédita Revolución educacional Expresó Fidel en el acto inaugural de todo el programa de reconstrucción y reparación de escuelas en Ciudad de La Habana celebrado en Guanabo, municipio de La Habana del Este Félix López y Reynold Rassí
Con esa significativa comparación comenzó el Comandante en Jefe Fidel Castro su intervención en el acto inaugural de todo el programa de reparación, construcción y ampliación de 779 escuelas en la capital del país, efectuado en la noche del viernes en el complejo educacional que integran los centros Héroes del Moncada y República Bolivariana de Venezuela, en Guanabo, municipio de La Habana del Este. Ese colosal esfuerzo, en el que se unieron constructores, maestros, pioneros, jóvenes, trabajadores y vecinos, permitirá que el próximo 3 de septiembre, la capital tenga todas sus aulas con no más de 20 alumnos. La concreción de ese sueño, permitirá elevar la calidad de la educación y la formación integral de las más jóvenes generaciones de cubanos.
En representación de los pioneros cubanos, Mineilis Pérez y Patricia Flechilla, estudiantes de primaria y secundaria básica, elogiaron el proyecto y reconocieron que se acababa de cumplir el mayor sueño de un niño: tener una escuela bonita y equipada con televisores, videos y computadoras. Ahora, decía Patricia, todo depende de nosotros: "Fidel, cuenta con nosotros, tanto como nosotros confiamos en usted". Refiriéndose a cada uno de los detalles que hicieron posible el mejor regalo de estas vacaciones, agradeciendo la entrega de los constructores de la capital y los que vinieron desde todos los rincones del país, hicieron uso de la palabra Mirian Yanet Martín, presidenta de los Pioneros; Agustín Pupo Domenech, jefe de la obra inaugurada en Guanabo; Yanet Sánchez Díaz, directora de la Escuela Emergente de Maestros Primarios; Eduardo Rodríguez, miembro del Buró Nacional de la UJC; Luis Ignacio Gómez, ministro de Educación, y Esteban Lazo, primer secretario del Partido en la capital.
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Hoy,
como en los días gloriosos de Girón, cuando en menos de 72 horas
nuestros combatientes aplastaron a las fuerzas mercenarias que agredían a
la Revolución, los obreros de la Construcción —apoyados por los
habitantes de la capital— han alcanzado una gran victoria: se inicia una
profunda e inédita Revolución educacional que será ejemplo para el
mundo.
Otto
Rivero Torres, primer secretario del Comité Nacional de la UJC,
agradeció a Fidel y al Partido, la confianza depositada en la
organización juvenil para que cumpliera tareas concretas dentro del
proyecto. Y recordó lo importante que había sido la presencia del líder
de la Revolución en decenas de obras, muchas veces en horas de la
madrugada, y los fines de semana, como muestra de su espíritu
guerrillero.
El
Comandante en Jefe entregó los diplomas de cumplidores a La Habana del
Este y a otros 10 municipios de la capital que faltaban por concluir el
programa, que en menos de dos años posibilitó la reparación de todas
las escuelas primarias y secundarias de la capital, incluidas las
especiales, y la construcción de 33 nuevos centros. Con Fidel, afirmó
uno de los oradores, nada es imposible. 
