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Preocupados empresarios agrícolas La primera reacción común fue crear la víspera la Federación Centroamericana de Cámaras Agrícolas y Agroindustriales (FECAGRO), una gremial que aspira a convertirse en entidad de consulta para los Ejecutivos de la región y eliminar la competencia desleal SAN SALVADOR, 31 de agosto (PL). — Empresarios agrícolas centroamericanos comenzaron a manifestar hoy preocupaciones en torno al Tratado de Libre Comercio (TLC) que los gobernantes del área planean negociar con Estados Unidos a propuesta de Washington. La primera reacción común fue crear la víspera la Federación Centroamericana de Cámaras Agrícolas y Agroindustriales (FECAGRO), una gremial que aspira a convertirse en entidad de consulta para los Ejecutivos de la región y eliminar la competencia desleal. "Habrá que elaborar estrategias comunes con la apertura a mercados de países cuya producción agrícola tiene un alto componente de subsidios", valoró Gastón Peralta, primer vicepresidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria de Costa Rica. La FECAGRO surge ante la necesidad de unificar planteamientos del agro centroamericano en la mesa de negociaciones del TLC con Estados Unidos, explicó a la prensa Mario Ernesto Salaverría, presidente de la Cámara Agrícola y Agroindustrial Salvadoreña. El empresario reconoció que la reactivación del sector agrícola es tarea pendiente en El Salvador, donde el 40 por ciento de la población vive en el campo y se dedica a actividades agropecuarias en momentos en que se pronostica una menor producción de café, granos básicos, arroz y azúcar, tendencia predominante en los últimos años. Armando Boesche, vicepresidente de la Cámara del Agro en Guatemala, también reportó severas afectaciones por los embates de la caída de los precios de los productos tradicionales y reveló que el sector enfrenta además serios problemas de inseguridad jurídica. Dijo que compartir los mismos problemas hace a los centroamericanos estar más unidos para buscar soluciones viables, pero recordó que esta unificación de posturas no es una idea gratuita, pues llega por el planteamiento de Estados Unidos de que firmará un TLC con la región entera, y no con cada uno de sus países. Criticó que el gobierno guatemalteco no combata la usurpación de tierras que prolifera en su país y calificó esa situación de muy peligrosa, tomando en cuenta que ya hubo asesinatos. El Consejo Agrícola Empresarial de Honduras, por su parte, aseguró que el sector atraviesa allí por una crisis de rentabilidad por la erosión de los precios de productos agrícolas de exportación. Para Juan Alvaro Munguía, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua, la situación del agro en ese país es especialmente difícil por las distorsiones generadas por las donaciones y los subsidios aplicados por los países ricos. Se quejó de no recibir ninguna atención por parte del gobierno de Enrique Bolaños y dijo que el mandatario recibe fuertes presiones para combatir la corrupción y por eso ha descuidado el tema agrícola. No obstante, esa observación no fue exclusiva de Munguía, pues los representantes de todas las cámaras agrícolas y agroindustriales de la región coincidieron en el escaso apoyo que el sector recibe de sus respectivos gobiernos. Al analizar el impacto que un TLC con Washington puede ocasionar en el agro, los empresarios —que esperan tener para finales de 2002 una posición conjunta— confirmaron su temor a ser sacados de competencia rápidamente ante Estados Unidos, que subsidia con el 21 por ciento de su presupuesto a sus agricultores. Sin embargo, tampoco quieren quedarse fuera del acuerdo comercial, aunque saben que en la mecánica de la negociación neoliberal no pueden aspirar a solicitar exclusiones. Más bien, intentarán consolidar lo que ya tienen, es decir, fortalecer accesos preferenciales por cuotas y mantener asimetría para los productos agrícolas más sensibles, garantizándolo para ello mediante leyes, según explicaron. |
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