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![]() "La generosidad de Cuba es muy grande" Fidel y Carter hablaron en la Escuela Latinoamericana de Medicina. Subraya el Comandante en Jefe que no puede haber democracia en un mundo donde imperan la injusticia, las enfermedades, el analfabetismo y otros males ORLANDO ORAMAS LEÓN La generosidad de Cuba es muy grande, aseveró el ex presidente de Estados Unidos, James Carter, ante los estudiantes y profesores de la Escuela Latinoamericana de Medicina, adonde le acompañó en la tarde de ayer el Comandante en Jefe Fidel Castro.
El ministro de Salud, Carlos Dotres, le explicó cómo el sistema de salud cubano aplica una estrategia preventiva, con fuerte énfasis en el trabajo comunitario. Fidel y José M. Miyar Barrueco, secretario del Consejo de Estado, también intervinieron para explicar los esfuerzos de la Revolución por llevar la asistencia sanitaria a todos los ciudadanos, así como a otros pueblos del mundo. Carter dijo que le habían llegado informaciones de que en Cuba los ciudadanos accedían a diferenciados niveles de atención acorde con los ingresos monetarios, en particular si eran pagados en dólares. Fidel le respondió que si ello fuera de esa manera, la Revolución ya no existiría. Conoció el ex mandatario que si en enero de 1959 había 6 000 médicos en la Isla, la mayoría concentrados en las ciudades, ahora el país dispone de 67 128 profesionales. Antes apenas había una sola escuela de medicina, y ahora existen 22, mientras profesores cubanos abren facultades de ese tipo en naciones del Tercer Mundo. Personal médico cubano presta servicios en 58 países y en muchos de ellos los índices de mortalidad infantil han disminuido considerablemente. Además han vacunado y prevenido enfermedades y realizado alrededor de 15 millones de consultas. Desde 1963, más de 50 000 trabajadores de la salud de la mayor de las Antillas cumplieron misiones humanitarias en 89 países. Son estadísticas que interesaron al ilustre visitante, quien, a través del Centro Carter también está comprometido en la lucha contra las enfermedades y el sufrimiento humano. James Carter conoció luego a una representación de los 38 jóvenes estadounidenses que se preparan profesional e integralmente en la ELAM, cuyas becas fueron tramitadas a través de la organización IFCO, con la participación del reverendo Lucius Walker. Ya en la explanada frente al Caribe, donde estaban reunidos los estudiantes del centro, así como de otras instituciones docentes de la capital, Fidel y Carter, ambos vestidos con guayabera blanca, asistieron a una estampa cultural que graficó el rosario de culturas reunidas en la escuela. El indígena, el charro, el pampero, el turbante de la africana, el sombrero de yarey del caribeño, unidos en los bailes típicos acompañados por El carnavalito boliviano, el merengue dominicano y otras melodías, confirmaron la validez de que la fraternidad es posible. Luego una estudiante costarricense, junto a un joven norteamericano, entonaron la emblemática canción Imagine, de Lennon, como confirmación de que tales sueños pueden ser realidad. Así también fueron las palabras del doctor Juan Carrizo, rector de la escuela, y de tres alumnos, un ecuatoriano, otro de Guinea Ecuatorial y la estadounidense Wing San Wu, quien le dijo a su presidente: "Su presencia aquí nos da las esperanzas de un mundo mejor". ES UN GRAN HONOR VENIR A CUBA Habló entonces James Earl Carter. Comenzó haciéndolo en español y recordó que lo estudió hace 50 años. "Es un gran honor para mí y mi esposa venir a Cuba, un país vecino de Estados Unidos". Explicó todo lo que el Centro Carter hace para prevenir y erradicar enfermedades en 65 naciones, 35 de ellas africanas, a las que viaja con su esposa a menudo. Resultó muy interesante la labor realizada para atender a enfermos de diversos tipos de ceguera, entre ellas la llamada ceguera de río, que se puede evitar con un medicamento que se administra en forma de pastilla, una al año. "El año pasado el Centro Carter colocó estas tabletas en las bocas de 8,2 millones de personas que no padecerán ese flagelo". El tracoma, la elefantiasis y otros males son enfrentados por la fundación que lleva su nombre en aldeas y comunidades apartadas, al tiempo que contribuye con miles de pequeños agricultores de esos países para incrementar la producción de alimentos. Destacó el rol de su esposa en la investigación de enfermedades mentales, así como en el enfrentamiento del estigma social que enfrentan esos enfermos. Concluyó que el trabajo del Centro Carter hace muy especial su visita a Cuba, y en particular a la Escuela Latinoamericana de Medicina. Y agradeció entonces a los estudiantes y les expresó su admiración "por el compromiso que ustedes han tomado de dedicar su vida" a estos propósitos humanitarios. NO PUEDE HABER DEMOCRACIA SIN JUSTICIA El Comandante en Jefe tomó entonces la palabra. Fidel encomió el trabajo del Centro Carter y subrayó cómo se pueden hacer cosas imprescindibles por el hombre sin muchos recursos. Argumentó la necesidad de que se replanteen conceptos cuyos contenidos están en la prehistoria, como son democracia, derechos humanos, en un mundo donde se gasta más en armamentos, drogas y artículos de lujo que en la propia supervivencia humana. Recordó que la palabra democracia viene de Grecia, pero en aquella propia cultura miles de hombres eran esclavos y otros tantos estaban desprovistos de derechos ciudadanos. No queremos esa democracia, indicó, que es de la que se habla cuando imperan las enfermedades, el desempleo, el analfabetismo en la mayor parte de la humanidad. No puede haber democracia sin saber leer ni escribir, sin cultura, como no puede haber libertad sin justicia, enfatizó. Apuntó que Cuba marcha aceleradamente en la construcción de una sociedad fraterna, donde las personas tengan igualdad de oportunidades y justicia. Quizás sea nuestro país el más unido del mundo, el más entusiasta y lleno de esperanzas cuando mira al futuro. Fidel calificó de valiente a Carter por venir a La Habana a pesar de que se exponía a las críticas y calumnias de quienes se oponen a los contactos con Cuba. Encomió la inteligencia y austeridad del ex mandatario estadounidense, así como sus esfuerzos por mejorar las relaciones bilaterales durante su administración (1977-81). Informó que el programa de la visita lo escogió el propio Carter, a quien "hemos recibido con respeto, hospitalidad y agrado". Al finalizar el acto, Fidel y Carter se despidieron junto al auto del visitante y luego el Comandante en Jefe, acompañado del canciller Felipe Pérez Roque, estuvo buen rato dialogando y tomándose fotos con decenas de estudiantes de la escuela. |
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