Crece conciencia integracionista en el Caribe

Aseguró el Presidente del Parlamento cubano a su regreso
de Belice, donde participó en los festejos por el aniversario 20
de la independencia de esa hermana nación

Miguel Lozano

En el Caribe crece la conciencia sobre la necesidad de integración ante los desafíos de la globalización, como pudo apreciar en una visita a Belice, concluida el viernes, según afirmó el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón.

En entrevista con Prensa Latina, Alarcón puntualizó que esas posiciones quedaron muy claras en los discursos de los primeros ministros de Belice, Said Musa, y de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, oradores en los festejos por el XX aniversario de la Independencia beliceña.

Los dos líderes políticos —agregó— coincidieron en los aspectos negativos para la Humanidad y el Tercer Mundo que tiene la globalización neoliberal y también en el concepto de que la respuesta necesaria es la integración, la cooperación y la acción conjunta para imponer un tipo de globalización diferente.

En esta etapa de grandes desafíos para el desarrollo de las naciones pequeñas, puntualizó Alarcón, estoy seguro de que nuestras relaciones irán en ascenso constante porque hay una conciencia más afilada del Caribe sobre los peligros de ese proceso.

Es nuestra región natural, nuestro ámbito más cercano y en los últimos tiempos se ha avanzado mucho en la vinculación e integración económica y comercial, aparte de otras formas de cooperación, añadió.

Precisó que junto a lo económico y la salud se abren espacios para la cooperación en el ámbito de la cultura y la educación, una de cuyas manifestaciones es el estudio y la difusión de los respectivos idiomas, el español y el inglés.

Creo —agregó— que hay una voluntad común de todos los países del Caribe a favor de la integración y todos la conciben con Cuba dentro, pues es una región que nunca nos discriminó y las relaciones con cada uno de esos países nació junto con su independencia.

El Presidente del Parlamento cubano recordó que ninguno de esos Estados aceptó nunca las políticas anticubanas impuestas en la Organización de Estados Americanos (OEA) cuando toda América Latina se plegó, con excepción de México.

Remarcó que, incluso, cuando los primeros cuatro países caribeños accedieron a la independencia en 1962 establecieron como condición para entrar a la OEA que mantendrían relaciones con Cuba, abogaron en el marco interamericano por poner fin a las llamadas sanciones y sostuvieron nuestro derecho de pertenencia a la familia caribeña.

Al abordar los vínculos con Belice, a donde acudió como invitado especial a los festejos por la independencia este 21 de septiembre, precisó que a partir de la consigna de esos actos, "Recordando nuestras luchas y celebrando nuestra Victoria", rememoró la participación de Cuba y los países de la región en este caso.

Fue realmente —dijo— un momento muy importante de la solidaridad, una larga batalla diplomática en la que Cuba, como recordó el primer ministro Musa, fue el primer Estado en reconocer el derecho de Belice a la independencia, respaldada por las únicas naciones independientes del área en los años 60: Trinidad y Tobago, Jamaica, Barbados y Guyana.

Alarcón, quien en ese momento jugo un papel importante como embajador ante la ONU, puntualizó que desde entonces se mantienen vínculos muy fraternos, expresados en el hecho de que en esta ocasión la delegación cubana fue una de las tres extranjeras en los festejos, junto a las de San Vicente y la Comunidad del Caribe (CARICOM).

Además —dijo— ha sido apenas un día, pero recibimos testimonios de mucha amistad de las autoridades y la sociedad beliceña en general que confirman cómo se han ido desarrollando y profundizando las relaciones bilaterales.

En ese aspecto puso de relieve que durante la visita pudo reunirse con casi 200 especialistas cubanos que brindan sus servicios en prácticamente todos los rincones de Belice y al pasar revista con el Gobierno sobre la marcha de esa colaboración fue calificada por las dos partes de exitososa y fructífera, con perspectivas de continuar ampliándose.

Durante las poco más de 24 horas que permaneció en Belice, Alarcón se entrevistó con el primer ministro Said Musa y George Price, considerado "El Padre de la Patria", quienes agradecieron el respaldo cubano a la independencia y ratificaron la decisión de mantener la cooperación.

Valoraciones similares expresó Dean Barrow, líder de la oposición del pequeño Estado caribeño y centroamericano con algo menos de 23 mil kilómetros cuadrados y apenas 250 mil habitantes, único país anglófono de Centroamérica. (PL)

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