Cuba proclamó que está contra el
terrorismo y contra la guerra, y reiteró igualmente su disposición a
cooperar con todos los demás países en la erradicación total del
terrorismo.
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ARNALDO SANTOS |
En una medular intervención, el Presidente
del Consejo de Estado y del Gobierno, Fidel Castro, señaló ayer que
Cuba, con la moral que le otorga haber sido el país que más ataques
terroristas ha recibido durante más tiempo, cuyo pueblo no tiembla ante
nada, ni hay amenaza o poder en el mundo capaz de intimidarlo, proclama
que está contra el terrorismo y está contra la guerra.
Hablando en la Tribuna Abierta de la
Revolución ante 50 000 compatriotas de San Antonio de los Baños,
provincia de La Habana, el Jefe de la Revolución dijo que cualesquiera
que fuesen las causas profundas, los factores de orden económico y
político y los grandes culpables que lo trajeron al mundo, nadie podría
negar que el terrorismo constituye hoy un peligroso fenómeno,
indefendible desde el punto de vista ético, que debe ser erradicado.
Es comprensible, reconoció, el estado de
irritación unánime por el daño humano y psicológico causado al pueblo
norteamericano por la muerte sorpresiva e insólita de miles de inocentes
ciudadanos, cuyas imágenes estremecieron al mundo. ¿En beneficio de
quiénes?, preguntó. De la extrema derecha, de las fuerzas más
retrógradas y derechistas, de los partidarios de aplastar la creciente
rebeldía mundial y arrasar con todo lo que quede de progresista en el
mundo.
Fue un enorme error, una colosal injusticia
y un gran crimen, sean quienes fueren los organizadores y los responsables
de tal acción, dijo.
Pero en nombre de la justicia, precisó, y
bajo el singular y extraño título de "Justicia Infinita", no
se debe utilizar la tragedia para iniciar irresponsablemente una guerra
que en realidad podría convertirse en una matanza infinita de personas
también inocentes.
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ARNALDO SANTOS |
El mandatario cubano valoró que sean
cuales fueren las acciones militares que se desaten, las primeras
víctimas serán los miles de millones de habitantes del mundo pobre y
subdesarrollado con sus increíbles problemas económicos y sociales, sus
deudas impagables y el precio ruinoso de sus productos básicos; sus
crecientes catástrofes naturales y ecológicas, sus hambres y miserias,
su desnutrición masiva de niños, adolescentes y adultos; su terrible
epidemia de SIDA, su paludismo, su tuberculosis, sus enfermedades
infecciosas, que amenazan con el extermino de naciones enteras.
En otra parte de su intervención dijo que
aunque las posibilidades son ya remotas, Cuba reitera la necesidad de
evitar una guerra de imprevisibles consecuencias, cuyos autores han
confesado que no tienen siquiera idea de cómo se desenvolverán los
acontecimientos. Reitera igualmente su disposición a cooperar con todos
los demás países en la erradicación total del terrorismo.
Fidel indicó que "algún amigo
objetivo y sereno" debiera aconsejar al gobierno de Estados Unidos
que no lance a los jóvenes soldados norteamericanos a una guerra incierta
en remotos, recónditos e inaccesibles lugares, como una lucha contra
fantasmas, de los cuales no saben dónde se encuentran, ni siquiera si
existen o no, y si las personas que maten tienen o no responsabilidad
alguna con la muerte de sus compatriotas inocentes caídos en Estados
Unidos.
Cuba —indicó— no se declarará nunca
enemiga del pueblo norteamericano, sometido a una campaña sin precedentes
para sembrar odio y espíritu de venganza, a tal extremo que se llega a
impedir hasta la música que se inspira en la paz. Cuba, en cambio, hará
suya esa música, y sus canciones por la paz las cantarán hasta sus
niños mientras dure la cruenta guerra que se anuncia.
Pase lo que pase, subrayó, no se
permitirá jamás que nuestro territorio sea utilizado para acciones
terroristas contra el pueblo de Estados Unidos, "y todo lo que esté
a nuestro alcance lo haremos para evitar acciones de este tipo contra
él".
DESARROLLO DEL ACTO
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ARNALDO SANTOS |
Los oradores de esta Tribuna Abierta
hicieron patente también su solidaridad y apoyo al pueblo norteamericano,
se alzaron voces en defensa de los cinco compatriotas que guardan prisión
en cárceles de Miami por alertar y proteger de actos de terrorismo, y de
denuncia contra el genocida bloqueo que mantienen los EE.UU. contra Cuba
desde hace más de 40 años.
La ronda de intervenciones fue iniciadas
por Mabel González, pionera, seguida de Malawi Capote, trabajadora de la
Cultura; Vladimir Esquivel, campesino y Mariela Polo Robaina, médica del
territorio ariguanabense.
También usó de la palabra Osvaldo Luis
Enrique Bravo, dirigente juvenil, quien de igual forma se pronunció
contra el terrorismo y la guerra.
En el acto se encontraban presentes el
General de Ejército Raúl Castro Ruz, Segundo Secretario del Partido y
Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias; los Comandantes de la
Revolución Juan Almeida Bosque, Ramiro Valdés y Guillermo García
Frías. Asimismo, Pedro Sáez, primer secretario del Comité Provincial
del Partido en la provincia de La Habana, y familiares de los cinco
compatriotas prisioneros en Miami.