Continúan los preparativos para la guerra; también los llamados a la reflexión y la cordura

WASHINGTON, 22 de septiembre.—El dispositivo militar que ha puesto en funcionamiento Estados Unidos en previsión de un posible y al parecer cercano ataque contra Afganistán continúa su avance, según despachos de diversas agencias noticiosas y otros medios de prensa en todo el mundo.

En Washington, funcionarios dijeron que están complacidos con la cooperación recibida de Arabia Saudita y Turquía. Sin embargo, el Pentágono dio a conocer hoy que Arabia Saudita se resiste a aceptar que Estados Unidos utilice la base de Prince Sultan, en el desierto al sudeste de Riad, como comando central de la guerra aérea anunciada por la Casa Blanca.

La base es un puesto de comando dotado de las últimas tecnologías ubicada en Al Kharja, a 80 kilómetros al sudeste de Riad y es el principal centro de operaciones que tiene la aviación estadounidense en la región.

El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, intenta convencer a los sauditas que levanten la prohibición a acciones ofensivas que forman parte de los acuerdos entre Washington y Riad para el uso de la base.

La campaña aérea encontró así su primera piedra en el camino, pero el Pentágono evalúa la posibilidad de montar un centro operativo en otro país de la región, informó el diario The Washington Post.

Un funcionario saudí de alto nivel advirtió en Riad que el reino y otras naciones árabes no desean verse involucrados en el conflicto. Cualquier ayuda proporcionada por estados árabes y estados pequeños del Golfo Pérsico debe ser precedida de una declaración específica y clara sobre qué países y grupos serán atacados, dijo el funcionario de la cancillería.

Turquía, por su parte, convino en permitir el uso de su espacio aéreo y sus aeropuertos a aviones de transporte de la fuerza aérea estadounidense para posibles ataques de represalia, según una carta enviada por el primer ministro Bulent Ecevit a Bush.

Entretanto, dos aviones de transporte militar estadounidenses C-130 Hércules aterrizaron hoy en una base aérea de Uzbekistán, país fronterizo con Afganistán, informó la agencia rusa Interfax.

Según la fuente, ambos aparatos aterrizaron en un aeródromo situado a pocos kilómetros de Tashkent, la capital de república, donde desembarcaron un centenar de militares estadounidenses con numerosos equipos técnicos.

La agencia DPA trasmite desde Chile que el vocero de la resistencia afgana al movimiento talibán, Ahmad Wali Massud, declaró a un periódico de ese país que espera recibir pronto la ayuda de Estados Unidos "para derrotar al terrorismo".

El dirigente opositor, declaró al diario El Mercurio, vía telefónica desde un campamento en el valle de Panshir, que existen contactos con Washington y que estos vínculos se están incrementando.

NUEVOS LLAMADOS A LA REFLEXION Y LA CORDURA

El papa Juan Pablo II declaró este sábado durante una visita pastoral a Kazajastán que la crisis de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos no tiene que ser solucionada "recurriendo a las armas", sino "con negociaciones y diálogo", asegura AFP.

El Sumo Pontífice fue recibido a su llegada al aeropuerto de Astana, la capital, por el presidente Nursultán Nazarbayev y numerosos dignatarios religiosos.

"Los diferendos deben ser solucionados sin recurrir a las armas, por medios pacíficos", reiteró Juan Pablo II en una alusión a posibles represalias tras los atentados perpetrados contra Estados Unidos.

En su discurso de recibimiento, el presidente Nazarbayev recordó que "cristianos y musulmanes tienen raíces comunes y deben estar siempre abiertos al diálogo".

En una rueda de prensa a bordo del avión, el portavoz del Papa, Joaquín Navarro Valls, desmintió las informaciones de que Washington habría dado garantía al Vaticano de que no tendría lugar ningún acto de represalia durante la visita del soberano pontífice a Kazajastán y Armenia.

Medios de prensa informaron desde Moscú que el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo norteamericano George W. Bush analizaron largamente este sábado por teléfono la "situación en el mundo", según un comunicado del Kremlin.

El dirigente ruso reafirmó el viernes su voluntad de "cooperar al máximo con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo", pero precisó que esta ayuda se haría exclusivamente "en el marco de las leyes rusas y los compromisos internacionales adquiridos por Rusia".

Putin se reunió este sábado en Sotchi, junto al mar Negro, con varios altos responsables rusos, entre ellos el ministro de Defensa, Serguei Ivanov, y el secretario del Consejo de seguridad, Vladimir Ruchailo, para tratar la situación y la posición que tomará Rusia.

Tres ex repúblicas soviéticas de Asia Central, Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán son limítrofes con Afganistán. Moscú se opuso hasta el presente al uso por el ejército norteamericano de ex bases soviéticas ubicadas en esos países.

Por su parte, el presidente de Irán, Mohammad Khatami, pidió hoy a las fuerzas armadas estar alerta ante cualquier tipo de amenaza, cuando es posible la ejecución de un ataque de Estados Unidos contra el vecino Afganistán, apuntó la agencia oficial IRNA.

Durante un discurso en el mausoleo del ayatola Ruhollah Khomeini, Khatami afirmó que la situación geopolítica del país demanda estar siempre vigilantes en contra de todas las amenazas existentes.

El mandatario señaló que no obstante, la política de Teherán se basa en el fortalecimiento de las relaciones y el mutuo respeto entre los países. Irán siempre ha estado dispuesto a mantener la paz y la tranquilidad en el mundo, expresó el Jefe de Estado.

Khatami insistió en que es necesario emprender una lucha global para erradicar del planeta la plaga del terrorismo internacional.

El gobierno de Teherán se pronunció contra toda "reacción precipitada" de la Casa Blanca, ya que —aseguró— podría causar una catástrofe humana. Y subrayó que los misiles no son la solución para la crisis causada por los ataques de la semana pasada contra los Estados Unidos.

En Venezuela, el presidente Hugo Chávez, advirtió sobre cualquier acción de Estados Unidos que pueda atentar contra el derecho internacional y eventualmente desembocar en una guerra mundial, dice AFP.

"Apoyamos decididamente la lucha contra el terrorismo, pero no podemos dar una patente para tomar cualquier acción que pueda estar lesionando los principios fundamentales de los derechos humanos, del derecho internacional", señaló Chávez en su programa radial Aló, Presidente.

El mandatario venezolano subrayó que el discurso ante el Congreso estadounidense que pronunció el jueves su homólogo George W. Bush, fue "muy fuerte", al tiempo que se solidarizó con su posición de que hay que buscar y enjuiciar a los culpables de los atentados.

"Pero que esto no vaya a producir una escalada terrorista, que nos puede llevar a una guerra mundial de consecuencias imprevisibles, que no sea un disparador de una guerra, que no vaya a ser el comienzo de un siglo nefasto, que este sea un siglo de paz", remarcó Chávez.

Según EFE, en Londres unos mil pacifistas manifestaron hoy en la ciudad escocesa de Glasgow su oposición a una respuesta militar de Estados Unidos contra Afganistán.

Bajo el lema "Justicia, no venganza", los manifestantes iniciaron su protesta con un minuto de silencio en memoria de los fallecidos en los ataques contra Estados Unidos. En el acto, organizado por el grupo Campaña Escocesa para el Desarme Nuclear (Scottish CND), su secretario, Brian Quail, precisó que una respuesta de "ojo por ojo sólo genera un mundo ciego" y una respuesta militar de EE.UU. no hará más que perjudicar a "más víctimas inocentes".

Sin embargo, en Montevideo el presidente uruguayo Jorge Batlle, aseguró que estaba "totalmente de acuerdo" con el discurso de su colega George W. Bush sobre que "están con nosotros (Estados Unidos) o están con el terrorismo", señala AFP.

En su calidad de presidente pro tempore del Mercosur, Batlle anunció asimismo que ordenó a sus ministros de Defensa, Luis Brezzo, y del Interior, Guillermo Stirling, organizar en el bloque sudamericano "una colaboración decidida con el gobierno de los Estados Unidos" en materia de información policial, vigilancia e inteligencia.

EN AFGANISTAN

El gobierno talibán informó este sábado que había derribado un avión espía no tripulado y un helicóptero en áreas donde las fuerzas opositoras reportaban rápidos avances, indica Reuters.

Funcionarios talibanes dijeron que sus fuerzas derribaron con fuego de ametralladoras una aeronave teledirigida sobre la localidad de Tashkurghan, así como un helicóptero cerca de Dara-i-Suf, a 240 kilómetros al noroeste de Kabul.

El embajador afgano en Islamabad, el ulema Abdul Saleem Zaeef, dijo a Reuters que el avión espía había sido derribado mientras tomaba fotografías en el norte de Afganistán. Un portavoz del Pentágono en Washington no hizo comentarios sobre las declaraciones del gobierno talibán.

Por otra parte, se conoció que los Emiratos Arabes Unidos (EAU) pidieron hoy al encargado de asuntos exteriores de la embajada de Afganistán en Abu Dhabi, salir del emirato en 24 horas, de acuerdo con su decisión de romper relaciones diplomáticas con el régimen talibán, según Xinhua.

La agencia oficial de noticias WAM dijo que Saif Said Bin Saaed, subsecretario del Ministerio del Exterior de los EAU, citó hoy al encargado de asuntos exteriores afgano, Aziz ul-Rahman, para informarle del rompimiento de relaciones con su país por su negativa a entregar a Osama bin Laden, el principal sospechoso de los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.

MAS APOYO FINANCIERO ANTE DEBACLE DE AEROLINEAS

En el ámbito doméstico, en tanto,el presidente norteamericano, George W. Bush, intentó inyectar confianza en la economía del país, mientras el Congreso aprobó un plan de ayuda extraordinaria de 15 000 millones de dólares a las compañías aéreas, fuertemente golpeadas tras los ataques terroristas, comenta ANSA.

Bush, desde Camp David, la residencia de descanso presidencial, consultó a sus consejeros y transmitió su mensaje a los norteamericanos.

"Los terroristas fueron capaces de derribar el World Trade Center, un símbolo de la prosperidad de Estados Unidos, pero no pudieron atacar las bases de la solidez económica norteamericana", dijo Bush.

No obstante, reconoció que los ataques fueron "un impacto" también para la industria y las finanzas. En su intervención ante el Congreso, el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, recordó el jueves que el daño ya está hecho: una semana de producción prácticamente perdida, consumos parados, la actividad financiera paralizada.

Los índices de crecimiento del tercer trimestre del 2001 podrían ser negativos. Los analistas de Wall Street reconocen que el mercado "es fuertemente emotivo" y que "la gente vive y trabaja con el miedo, físico y financiero".

La Administración, el Congreso, la Reserva Federal, todos "estamos trabajando para relanzar la economía", dijo Bush.

En lo inmediato, se debe evitar la quiebra de la industria aeronáutica, comprendidas las compañías aéreas y los constructores. Fueron más de 150 000 puestos de trabajo que se perdieron en menos de 15 días con la destrucción de las torres gemelas.

Una compañía cayó, otras agonizan, y las previsiones de caída del tráfico aéreo hablan del 20% al 25%. Bush prometió hacer cuanto sea necesario para que "las compañías continúen volando".

El Congreso de Estados Unidos lanzó en la noche del viernes un paquete de ayudas extraordinarias para las compañías aéreas. Fueron 15 000 millones de dólares que los parlamentarios avalaron.

También en el Congreso y entre las asociaciones de defensa de las libertades individuales aparecieron reticencias acerca del proyecto de arsenal jurídico antiterrorista minuciosamente elaborado por el ejecutivo.

Las primeras reuniones del Congreso consagradas a la elaboración de este dispositivo podrían iniciarse el lunes. Entre las propuestas esbozadas informalmente por los parlamentarios, figura la ampliación de los poderes del Departamento de Justicia, que le permitiría arrestar a inmigrantes, acelerar el proceso de expulsión sin tener que pasar por un juez y reducir las posibilidades de apelación.

El artífice de esta reforma, el fiscal general de Estados Unidos, John Ashcroft, pensaba que tendría el apoyo unánime del Congreso, pero ya tuvo ocasión de ponderar la oposición que su propuesta levanta. "Si nuestras libertades individuales son confiscadas, sería el caos", afirmó el presidente de la comisión judicial del Senado, Patrick Leahy.

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