Williams, fundadora de la Campaña
Internacional para Prohibir las Minas Terrestres (CIPM), asistió a la III
Conferencia Antiminas que reunió a representantes de 90 países y
finalizó la víspera en esta capital.
La embajadora de la CIPM es una luchadora
contra "el terror y la muerte". Está triste porque el
terrorismo cegó más de seis mil vidas indefensas —el pasado 11 de
septiembre— en su país, Estados Unidos.
En entrevista exclusiva con Prensa Latina
afirmó que no acompañará a Bush en su "cacería" porque es un
acto impensado, es tomar la justicia por su cuenta, sin respetar las
leyes.
La también defensora de los derechos
humanos reiteró que si la gente común siente deseos de vengarse, puede
entenderse, pero es incomprensible la actitud del Gobierno estadounidense.
Bush y sus asesores, comentó, deben tratar
de calmar las emociones del momento, evaluar lo sucedido y las
consecuencias que se pueden derivar de una respuesta militar a largo
plazo.
Es horrible lo sucedido, pero —dijo— lo
están presentando como si fuera la primera vez que en los Estados Unidos
ocurriera una acción de esta índole.
Al parecer, agregó, no recuerdan el
atentado terrorista por un norteamericano en Oklahoma City, así como el
ataque en 1993 al Word Trade Center, en Manhattan, o los de las embajadas
en Africa.
Además —precisó—, muchos pueblos en
el mundo han sufrido, y sufren, por la acción desmedida del poderío de
mi país, sobre todo naciones árabes.
Están exacerbando las pasiones para
obtener el apoyo y hacer lo que les venga en gana, opinó la Premio Nobel.
Invadir Afganistán —sentenció— es ir
a matar civiles para después decir: los Estados Unidos somos los mejores,
ven, "dimos respuesta".
Pienso —dijo— que la estrategia de
Washington es ir más allá de la lucha contra el terrorismo, es
influenciar, crear una alianza internacional para combatir a quienes no
piensen como ellos, a países libres.
Es algo que me asusta y asusta a todas las
personas sensatas del mundo, algo que ya comenté con varios Premios
Nobel, entre ellos Rigoberta Manchú, refirió Williams.
Estamos tratando de unir criterios de
personalidades en el mundo para lanzar una fuerte oposición a la
venganza, informó.
Según su punto de vista, los países que
se involucren en esta nueva guerra van a utilizar la situación a su
favor, para ganar terreno en contra de sus adversarios "ahora algunos
llamados aliados".
Alertó, asimismo, que para combatir el
"terrorismo no podemos convertirnos en terroristas", esa actitud
no tiene lugar en un mundo civilizado y de leyes internacionales.
Es obligación de los gobiernos buscar la
justicia sin tener que matar a más civiles inocentes, ese también es el
deseo de destacadas personalidades, organizaciones y Estados del mundo,
precisó finalmente Williams.