 En explotación más de 36 000 habitaciones para el turismo internacional De ellas, solo en la pasada década se construyeron más de 22 000. Este año deben sumarse 3 600. La inversión nacional ha resultado decisiva en este proceso de desarrollo Emilio del Barrio Menéndez
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AHMED VELAZQUEZ |
La capacidad hotelera del país destinada al servicio del turismo internacional asciende en estos momentos a más de 36 000 habitaciones, como consecuencia de un fuerte proceso inversionista en el cual ha sido decisiva la participación del capital ciento por ciento cubano.
Solo en la década pasada se construyeron 22 400 habitaciones, las cuales sumadas a las 12 900 existentes permitieron cerrar el año 2000 con una disponibilidad de
35 300, de las cuales el 89 por ciento es de propiedad total del país, mientras que el resto es en asociación del 50 por ciento con compañías de otros países.
Del total de la capacidad disponible en estos momentos, algo más del 65 por ciento se distribuye en instalaciones categorizadas como de cuatro y cinco estrellas. Este año deben terminarse 3 600 habitaciones, de las cuales ya han sido entregadas por los constructores más de 1 500.
El 93 por ciento de las capacidades disponibles se concentra en los ocho polos turísticos fundamentales: Ciudad de La Habana, Varadero, Jardines del Rey, norte de Camagüey y de Holguín, Santiago de Cuba, Costa Sur Central y Archipiélago de los Canarreos.
Por supuesto, para poder poner en explotación comercial tal capacidad fue necesario realizar inversiones en la infraestructura técnica, viales, pedraplenes, aeropuertos, redes eléctricas y telefónicas, plantas generadoras, acueductos, alcantarillados, plantas de potabilización y de tratamiento de aguas y recuperación de playas, las cuales en su conjunto alcanzaron un valor superior a los mil millones de pesos.
Tales obras crearon las bases para el desarrollo turístico actual y perspectivo, especialmente en las regiones de los ocho polos mencionados, y a su vez beneficiaron a muchas poblaciones aledañas a esas zonas.
Es bueno señalar que en todos los casos, el proceso inversionista se ha desarrollado y continuará haciéndolo en perfecta armonía con los estudios de planificación territorial y de impacto ambiental, lo cual es garantía de la sostenibilidad.
Entre 1990 y el 2000 el número de capacidades se triplicó, con un ritmo de crecimiento promedio anual del 11 por ciento. El propósito es seguir construyendo habitaciones, además de seguir impulsando el completamiento extrahotelero donde se brinden ofertas diferentes a las que se pueden encontrar dentro de los hoteles.
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