A 132 ascienden ya las fincas forestales
constituidas en la provincia de Las Tunas, con lo cual este territorio
marcha a la vanguardia del país en la referida tarea destinada a elevar
la cantidad y calidad en la plantación de árboles.
Esta iniciativa comenzó a desarrollarse a
mediados de la pasada década en Villa Clara, y se ha extendido
progresivamente a toda la nación, donde se organizaron hasta la fecha
unas 900 de las nuevas entidades productivas.
La experiencia consiste en la entrega a un
finquero y su familia de un área de aproximadamente una caballería, para
que la siembren de árboles maderables y frutales y atiendan la
plantación, además de que cultiven y críen animales para su
autoabastecimiento y la venta de los excedentes al Estado.
Al propio tiempo, se le construye a la
familia una vivienda y se le garantizan por el Estado otros recursos que
mejoren sus condiciones de vida y de trabajo, lo cual resulta esencial
para estabilizar la fuerza laboral en las tareas de la reforestación.
En el caso de Las Tunas esta experiencia
tiene especial significación, pues es la provincia menos forestada del
país, con apenas un 13 por ciento de su territorio cubierto de bosques, a
la vez que es la zona de menor promedio histórico de lluvias, unos 1 100 milímetros por año. (AIN)