La copia, mejor que el original

Encima de una loma, en la zona de Manaca Arriba, vive uno de los mejores ganaderos jóvenes del país

Texto y foto: Ortelio González Martínez

Cuando Joel González Sangil le dijo al padre que quería ser ganadero y que no continuaría los estudios al terminar el duodécimo grado, el viejo Osiel no estuvo de acuerdo y tampoco comprendió el significado de lo que desde un principio él calificó la decisión más tonta en la vida de su muchacho.

Joel asegura que continuará la tradición de familia ganadera.

Sin embargo, pasados cuatro años, el viejo inclina la cabeza y se quita el sombrero en señal de reverencia, ante la sapiencia ganadera adquirida por el hijo, declarado recientemente Vanguardia Nacional del sector agropecuario, y considerado uno de los mejores ganaderos jóvenes del país.

Otros podrán levantarse a las 6:00 de la mañana, pero llueva truene o relampaguee, él se tira de la cama a las 4:00, "aunque si existe algún problema, madrugo un poco más, cuando ni siquiera los gallos están despiertos".

Como un rayo baja la barranca, llama a las vacas y comienza el ordeño. El ritual lo repite uno, otro, y todos los días. Tiene que ser así porque a finales del actual año espera sobrecumplir el compromiso de entregar al Estado los 17 500 litros conveniados, de los cuales acumula hasta julio 12 111, lo que equivale a decir que él solo es capaz de alimentar diariamente a más de 100 niños del municipio de Florencia.

Claro, es un decir, pues en ese territorio existen otros 124 productores privados, varios de los cuales aportan al Estado grandes volúmenes del alimento. Y es que las Cooperativas de Créditos y Servicio (CCS) del municipio acumulan más de 
135 000 litros, un 123 por ciento del plan.

Con solo 31 años de edad, este joven aprendió a sentirse útil y piensa que el oficio de vaquero es uno de los más nobles y sacrificados que existe. "Aquí los días transcurren sin tregua. Cada mañana debo cumplir la rutina del ordeño, pero esta rutina me hace sentir útil. Para mantener la producción de leche hay que pegarse de verdad y trabajar sin descanso. A veces son las 10:00 de la noche y uno está enredado con los animales."

No es casual que Joel, quien pertenece a la CCS Ramón Duque, en la zona de Manaca Arriba, tenga tan buenos resultados y siempre se empeñe en elevar la producción y hoy esté catalogado como el primer ganadero en toda la comarca que se decidió aplicar la inseminación artificial, método por el cual tiene gestadas varias hembras.

"Yo eliminé la monta directa porque no hay nada mejor que la inseminación, aunque muchos equivocados no la toleran porque, según afirman, sus toros son los mejores y enseguida te dicen: ese toro es fulano, hijo de mengano y nieto de sutano. No se dan cuenta que el semen que viene congelado está más que probado.

"A decir verdad, el ordeño es el último acto, pero si antes no cuidas al animal, lo alimentas, ves su estado de ánimo, y no lo entiendes, retírate. También fomento áreas de king grass para la alimentación, en un principio en contra del viejo, quien siempre se empeñó en dejar la llamada hierba alpargata y no quería saber de la otra. Arar un potrero costaba lágrimas.

"¿Reponer una vaca? De eso nada. Los nombres había que cuidarlos y mantenerlos, no importa los años que tuviera. Por ese motivo la masa envejecía con rapidez y la producción disminuía. Poco a poco luché contra ese y otros caprichos y he ido imponiendo mis criterios, que no son tan desacertados."

Con la autoridad de los que saben y con una buena carga de orgullo por los resultados, Joel asegura haberse ganado el prestigio: "Hace unos años aquí existían pocas condiciones. La nueva vaquería nació de la intemperie. Estaba abandonada y así no se podía seguir. Ya ni el viejo ni mi tío me dicen nada y lo que yo haga está bien".

Ahora pienso en lo que él, por respeto, no dijo, pero lo intuyo: jamás el viejo Osiel Morales Martínez y su rebaño produjeron tanta leche. Decididamente, la copia salió mejor que el original.

Y es que razones de fuerza, y de práctica también, lo llevaron a un proceso de reorganización en la finca, al mejoramiento en la composición genética de la masa y a un cuidado muy especial de los animales, a decir de él entre las principales causas que influyen en la producción.

No oculta que el aumento del precio de la leche repercutió en un alza de la producción, "pero créame, esa no es la razón por la que entrego toda la leche. Yo tengo clarito una cosa: ofrecerles el alimento cada mañana a los niños es más humano que engordar el bolsillo".

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