 Maíz más terciopelo Todo ganancia Ronal Suárez Ramos En estos días pueden verse algunas vegas tabacaleras cubiertas por una especie de enredaderas que se tienden sobre restos de cosecha de maíz y trepan por los postes utilizados para el tapado, formando un verdadero monte.
El maíz se cosecha tierno y los tallos cercenados a la altura aproximada de un metro sirven para que se tiendan las guías del frijol, tal como señala Juan Manuel.
A 50 cosecheros en alrededor de 10 caballerías de tierra dedicadas a la producción de capas, se extiende el experimento del ingeniero Juan Manuel Llanes, investigador del Instituto de Suelos, encaminado a resolver uno de los problemas fundamentales del cultivo de tabaco en Pinar del Río: el desgaste natural de las vegas a causa del laboreo y la erosión.
Juan Manuel desarrolló entre 1997 y el 2000, a nivel de estación experimental, el cultivo intercosechas de maíz intercalado con frijol terciopelo, que ha devenido todo ganancia, según los resultados.
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DIEGO ESTRELLA |
Juan Manuel y Salvador muestran el colchón de frijol terciopelo que cubre toda la vega y proporciona la materia orgánica necesaria para el cultivo de tabaco. "Se comprobó que aporta como promedio 23 toneladas de biomasa seca por hectárea, equivalentes a echarle esa cantidad de materia orgánica a la tierra, pero con mayor riqueza sobre todo por el nitrógeno y el potasio que contiene", expresa mientras recorremos uno de los campos tapiados por la bejuquera, en San Juan y Martínez.
Con tales antecedentes, el pasado año siete productores de capas se prestaron para generalizar el experimento, consistente en sembrar maíz, a distancia de 50 centímetros, en el hueco que deja el tronco de la planta nicotiana al ser arrancado una vez finalizada la recolección. A los 20 días se planta el frijol en el surco que abre el aporcador en el camellón.
El maíz se cosecha tierno, y sus tallos, cercenados a la altura de aproximadamente un metro, sirven para que se enreden en ellos las guías del
frijol.
Todos los que aplicaron el método obtuvieron rendimientos por encima de 500 quintales de tabaco por caballería. En el caso de Salvador Carvajal, quien además dobló mediante cultivo del rebrote el 60 por ciento de sus 100 000 posturas, esa relación fue de 800 quintales y 45 por ciento de capas, con hojas de hasta 72 centímetros de largo.
En un municipio como San Juan y Martínez, donde las tierras para cultivos varios escasean, la extensión de tal medida puede contribuir decisivamente a ampliar la oferta del cereal a la población. Pero lo más importante para Salvador es que con la misma tierra duplicó el rendimiento y la calidad.
¿El maíz no está contraindicado para las tierras de tabaco?, pregunto a Juan Manuel.
"Se trata de una planta extractora de nutrientes, pero aporta biomasa y al combinarse con el frijol terciopelo, enriquece el suelo. El maíz solo no es recomendable, porque es un cultivo erosionador".
Otras ventajas del método aplicado por primera vez en tabaco tapado son que mantiene la tierra sombreada todo el tiempo, con lo cual se evita la yerba y se favorece a la fauna; se reduce grandemente la erosión causada por las lluvias y se posibilita el laboreo mínimo.
Con más de 20 años de experiencia y el grado científico de Master en Ciencias, el investigador asegura que se trata de una combinación de diferenciación en la relación carbono-nitrógeno: en el frijol es baja y en el maíz es alta, lo que proporciona un humus más rico, de mayor calidad que si se plantara el terciopelo solo.
¿Cuál es entonces la limitante?
"Hasta ahora ha sido la semilla; actualmente cada una de las cuatro empresas tabacaleras del macizo ha sembrado una caballería con tales fines, lo que debe solucionar el problema".
A juzgar por los criterios de los vegueros que ya cosecharon tabaco tras mejorar la tierra con maíz más terciopelo, estamos ante un proyecto de trascendencia económica, social y ecológica, que mucho puede contribuir a la elevación de rendimientos y calidad, dos aspectos clave de esta producción.
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