Crece amor por las armas en EE.UU.

NUEVA YORK, 13 de agosto.—Los grupos de presión en favor de las armas celebran en sordina una gran victoria en Estados Unidos, donde rompiendo netamente con el pasado ahora también los parlamentarios del Partido Demócrata defienden el derecho a poseer pistolas y fusiles, informa la agencia ANSA.

Justamente la política sobre este delicado problema nacional, según diputados y observadores del Parlamento norteamericano, fue la principal razón de la derrota del vicepresidente Al Gore en las últimas presidenciales, en las que muchos electores tradicionalmente demócratas de los estados del centro y el sur cambiaron por el candidato republicano, George W. Bush.

El primero que lo constató fue el senador Joe Lieberman, elegido por Gore como vice, escribe hoy el diario USA Today, retomando un debate iniciado en las últimas semanas por las publicaciones especializadas en la actualidad política.

"Perdimos muchos electores que creían que en casi todo otro tema habría sido mejor Al Gore", declaró Lieberman.

Se explica así que ningún demócrata se haya tomado la molestia de oponerse o cuestionar las medidas del gobierno de Bush a favor del lobby de las armas, coaligado en torno a la National Rifle Association (NRA), presidida por el actor Charlton Heston.

Entre otras medidas, se cuenta la decisión del secretario de Justicia, John Ashcroft, de reducir de 90 días a sólo 24 horas el período de conservación de los datos sobre control de datos personales y judiciales referentes a quien compra un arma.

Mientras tanto desde adentro del partido el senador de Nueva York Charles Schumer se limita a reconocer que los líderes demócratas del Congreso "estuvieron muy tranquilos... incluso si tomaron la cosa muy seriamente". Pero vista desde afuera, la situación parece más notoria: "Hubo un cambio radical", comentó el diputado republicano de Georgia Bob Barr.

Entre las medidas que los demócratas dejaron pasar en silencio se cuenta la eliminación del programa lanzado por la Casa Blanca en 1999 para la asignación a las administraciones comunales de fondos con los que pagar a los ciudadanos que entregan voluntariamente pistolas y fusiles.

La administración Bush también renunció, al poner fin a toda negociación, al acuerdo con Smith & Wesson para incluir un nuevo seguro electrónico, y al desarrollo de nuevos sistemas de seguridad en las armas de mano.

No es un azar, señalan los observadores, que la revista de la NRA haya dedicado su última tapa a Ashcroft, que aseguró su protección a los dueños de pistolas y fusiles avalando la interpretación más literal de la Segunda Enmienda de la Constitución.

Formulada en tiempos de la independencia, ésta afirma el derecho de los ciudadanos a organizarse en milicias y armarse para defender su libertad.

Según Ashcroft, "puesto que una milicia bien regulada es necesaria para la seguridad de un estado libre, el derecho a poseer armas no será violado".

Las preocupantes noticias hicieron pensar enseguida a muchos observadores en los incesantes hechos sangrientos que ocurren a diario, incluidos los sucesos en las escuelas de todo el país y la participación de menores en ellos. Parece como se la Constitución no existiera para prevenir casos de esa naturaleza cuando hay intereses más poderosos de por medio.

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