 En Latinoamérica Los intocables MARIO JORGE MUÑOZ El absurdo se ha vuelto tan cotidiano en este siglo recién salido del horno que de no pellizcarnos a ratos podríamos convertirnos en esos fantasmagóricos e insensibles zombies, similares unos a otros y que de vez en cuando nos asustan desde las pantallas del cine o la televisión.
      Los principales responsables de estas muertes aún no han pagado por sus crímenes.
 En los diarios ya resulta
      "normal" que un niño asesine a sus amigos o maestros, la población de un continente se extinga, la ropa interior de una actriz se subaste en millones de dólares, o que un loco pretenda
      "jugar" en serio a la Guerra de las Galaxias.
     La ilógica, como todo lo que se fabrica últimamente en el mercado, también ha encontrado buenos clientes en Latinoamérica. Entonces, cómo extrañarnos de que en los últimos días, desde tres capitales del continente, se repitan noticias
      —por cierto, bastante parecidas— sobre los procesos judiciales contra ex mandatarios y personeros de la región.
     En Río de Janeiro, por ejemplo, se dio a conocer que el Tribunal Supremo Federal de Brasil mantiene silencio sobre el pedido de extradición del ex general paraguayo Lino César Oviedo, acusado en su país de ser el autor intelectual del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña.
     Oviedo disfruta de arresto domiciliario en el gigante sudamericano, donde también dilapida su fortuna y vejez el general Alfredo Stroessner, culpable de asesinatos y desapariciones durante su dictadura.
     Una información desde Santiago señala que la Segunda Sala de la Corte Suprema de Chile rechazó el pedido de extradición a Argentina del ex dictador Augusto Pinochet por sus vinculaciones con la muerte en Buenos Aires, en 1974, del general Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert.
     Según sus seguidores, el desaforado senador vitalicio no se merece que lo expongan a un juicio. Ya está viejo, enfermo. Sus más de 3 000 víctimas están desaparecidas o muertas. El país aún los llora. Algunos chilenos han preferido olvidar. O no recordar. O hacer como los
      "tres monos sabios".
     Otro de los que han jugado con la justicia latinoamericana es Jorge Rafael Videla, a pesar de los crímenes que también penden sobre su ¿conciencia? El ex dictador argentino se negó recientemente a declarar en una causa que lo investiga por los delitos de asociación ilícita, privación ilegal de libertad y torturas durante el gobierno de facto (1976-1983).
     A Videla no le dio la gana de declarar cuando existen, incluso, acusaciones por secuestros de bebés nacidos en prisión. Así de sencillo. Luego regresó a su cómodo domicilio, donde se encuentra en
      "prisión" desde hace dos años, por su participación en el Plan Cóndor, el operativo de represión y exterminio de opositores a las dictaduras militares en el Cono Sur.
     En menor o mayor medida las historias son parecidas. Los malos siguen viviendo bien, no pagan por sus crímenes. Son intocables. Corrupción e impunidad se divierten en el continente. La gente protesta, pero no pasa nada. Para eso están los militares. Atentos, vigilantes, para que Doña Justicia no se equivoque a la hora de dictar sentencia. 
      |