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 XXIII Jornada de la Canción Política 4 de Agosto Tribuna de canto armado Haydée León Moya Espacios y público suficientes encontró la voluntad y el talento artístico de una muy joven generación de trovadores cubanos que durante cuatro días, con la guitarra, vistieron el homenaje a los mártires con el encanto enaltecedor del verso de la canción política.
Ese proyecto de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) nombrado Jornada Nacional de la Canción Política 4 de Agosto, se presentó con buena suerte de público, esencialmente joven, en su edición 23 en teatros, calles, plazas... Allí donde la entereza es bien grande, justo en las narices de los que nos tienen clavado un puñal en forma de base naval en suelo patrio, noveles combatientes de la Brigada de la Frontera, Orden Antonio Maceo, se fundieron en canto con jóvenes trovadores del occidente, centro y oriente del país quienes confirmaron que vive la canción comprometida con el pasado y el presente de la nación.
Que lo digan, si no, quienes alzaron sus manos, saltaron y repitieron textos cantados, por ejemplo, por Michel Portillo (Ciudad de La Habana), Alaín Garrido (Villa Clara), Leonardo García (La Habana ), Yamira Díaz (Pinar del Río) o el dúo Buena Fe (Guantánamo) y su hermoso concierto con que se inició la jornada en un cine-teatro América Latina repleto de gente joven que disfrutó canciones que tienen el sello del buen gusto.
Una explosión trovadoresca en el sitio donde un monumento perpetúa la grandeza de cinco hombres a quienes el estallido accidental de una bomba les arrebató la vida (el 4 de agosto de 1957), durante la lucha clandestina, tuvo lugar en plena calle, precedida por el encuentro de los participantes (de ocho provincias) con familiares de aquellos mártires y la peregrinación junto a miles de patriotas del Guaso hasta el obelisco erigido a los hombres del 4 de agosto.
Descargas y recitales llenaron la ciudad de canciones de gran sentido humanista en voces de trovadores que esta vez se fusionaron con propuestas artísticas de jóvenes rockeros capitalinos, como los muchachos de Anima Mundi y Jóquer, raperos y agrupaciones de la llamada música de fusión que por primera vez se unen a este proyecto que coauspician organismos e instituciones culturales de la provincia de Guantánamo.
Aunque digna de un mejor cierre, sin los desaguisados del audio, improvisaciones desafortunadas, tanto como la falta de organización y dinamismo en la concepción y conducción del espectáculo, la clausura de la jornada en la hermosa y recién estrenada Plaza Cultural Pedro Agustín Pérez, en el corazón de la ciudad, constituyó otro espacio que ocuparon personas de todas las edades en una noche fresca, como muy pocas acá, y con variadas ofertas en la bien popular Noche Guantanamera sabatina.
Por la voluntad de los creadores se ha mantenido por más de veinte años este espacio donde los jóvenes le cantan a héroes y mártires, como una forma de mantener viva la historia que estos forjaron. Es única y vital. Que siempre encuentre espacios y público confirma también que en el amplio espectro de la cultura cubana la canción política es, sin dudas, una tribuna de canto armado de la novísima trova cubana.
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