WASHINGTON, 1 de agosto (PL).—Unos 73 indocumentados
mexicanos perecieron entre enero y julio del actual año tras ingresar de
manera clandestina a Estados Unidos por el estado de Arizona, informaron
hoy aquí fuentes diplomáticas.
Así lo aseguró el cónsul mexicano en Tucson, Arizona,
Carlos Flores Vizcarra, quien dijo que solo en la circunscripción a su
cargo, que comprende los condados de Pima y Piñal, murieron en ese lapso
al menos 36 de sus connacionales.
"Este es un nuevo aviso dramático de lo que está
ocurriendo en el desierto de Arizona, donde las temperaturas en esta
época del año superan los 40 grados Centígrado", alertó Flores
Vizcarra.
Se refirió asimismo al preocupante hecho de que la
fatal cifra fue alcanzada cuando aún faltan meses de temperaturas muy
elevadas en esa zona de Arizona fronteriza con México, lo cual indica que
fácilmente será superada.
De acuerdo con estadísticas manejadas por
organizaciones de derechos humanos estadounidenses, a pesar de que en los
primeros siete meses del pasado año en la mencionada jurisdicción
murieron 42 inmigrantes mexicanos, seis más que en el mismo período del
actual año, la actual continúa siendo una cifra alarmante.
Por su parte, en los condados de Cochise, Santa Cruz,
Phoenix y Yuma del propio Arizona, se registraron en el mismo lapso 13,
tres, una y 20 muertes, respectivamente, de indocumentados del vecino
país, según indicaron los consulados mexicanos de esas localidades.
La cifra de fallecimientos este año en Yuma incluyen
las 14 acaecidas en mayo pasado, de un grupo de indocumentados que al
parecer fueron abandonados a su suerte por traficantes de personas.
Entre las 73 muertes ocurridas en la frontera méxico-norteamericana
en Arizona, se cuenta la de dos jóvenes embarazadas, hecho que causó
gran conmoción entre organizaciones humanitarias, autoridades
eclesiásticas y medios de prensa locales.