Huelga general en Argentina

BUENOS AIRES, 19 de julio.—El paro general de actividades convocado por las tres centrales sindicales argentinas en protesta contra el severo ajuste fiscal que impulsa el gobierno logró una elevada adhesión, asegura Notimex.

AP     

Manifestaciones frente a la sede del Ministerio argentino 
de Economía en protesta 
contra el nuevo plan de ajuste.

La sexta huelga en 19 meses de gobierno del presidente Fernando de la Rúa paralizó casi todo el transporte público automotor en esta capital y en las principales ciudades del país, mientras que los trenes y el metro funcionaban con irregularidad.

La adhesión fue generalizada en la administración pública, la justicia, los bancos, el comercio y las escuelas y universidades y en menor medida en la industria, tanto en esta capital como en las ciudades principales del interior, según informes extraoficiales.

La protesta fue convocada por primera vez en forma conjunta por las tres centrales sindicales: la Confederación General del Trabajo (CGT), el Movimiento de los Trabajadores de Argentina (MTA) y la Central de Trabajadores (CTA).

El gobierno desplegó un importante dispositivo de seguridad con centenares de policías en los puentes de acceso a Buenos Aires, ante posibles bloqueos. Los únicos incidentes fueron algunos ataques durante la pasada madrugada a trenes, autobuses y taxis en esta capital y el área metropolitana que la rodea, así como algunos cortes de carreteras.

El ajuste impulsado por el gobierno apunta a lograr a toda costa un inmediato déficit cero ante la imposibilidad de tomar créditos externos e internos a tasas razonables, pero la medida ha generado fuerte malestar social y político.

Señala PL que los líderes de la CGT, Rodolfo Daer, y del MTA, Hugo Moyano, exigen al ejecutivo que aplique los ajustes a los sectores más poderosos de la economía y no sacrifique los bolsillos de los trabajadores y jubilados.

Reclaman, asimismo, un incremento del salario mínimo a fin de elevar los ingresos de la población, agravados en los últimos cuatro años por la recesión económica y un alto índice de desempleo, que alcanza el 17 por ciento.

De La Rúa logró el apoyo político de los partidos que conforman la alianza desde diciembre de 1999, la Unión Cívica Radical y Frente País Solidario, aunque mantienen la propuesta de un plan alternativo para que el ajuste no recaiga en los sectores de menores ingresos.

También consiguió, tras prolongadas negociaciones, un acuerdo con los 14 gobernadores del opositor Partido Justicialista, el llamado "Pacto de la Independencia", que fija el compromiso de reducir el gasto público al mínimo, pero sin la obligación de implementar en sus provincias los recortes salariales.

En medio de este caldeado clima social, el gobierno admitió que el índice de desocupación afecta a más del 16 por ciento de la población activa del país y la existencia de una proporción equivalente de personas con problemas de inestabilidad laboral.

La economía Argentina entró en su cuarto año de recesión sin que los programas orientados a reactivar la producción, las inversiones y el consumo hayan emitido señales positivas.

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