Reubican a trabajadores de la mina de El Cobre

Orlando Guevara Núñez

LIBORIO NOVAL    

EL COBRE, Santiago de Cuba.—Un acontecimiento de relevancia histórica se produjo aquí, cuando a las 10:00 a.m. del 16 de julio, los 320 obreros y casi un centenar de jubilados de la mina de cobre pararon definitivamente la planta beneficiadora de este mineral y declararon el cierre del yacimiento, luego de 471 años de explotación.

En el yacimiento quedan aún reservas de mineral, pero se agotó ya el existente a cielo abierto y el resto necesitaría grandes inversiones en galerías para su explotación, lo cual no es factible si se tiene en cuenta los bajos precios del producto en el mercado internacional.

Pese al cierre de esta unidad minera, ninguno de sus trabajadores quedará sin empleo, ni desamparado. Una inversión, respaldada por 1,7 millones de pesos, comenzará a ejecutarse en breve para explotar, a partir del cuarto trimestre del venidero año, un yacimiento de oro cercano a la mina desactivada, con la ocupación de 120 trabajadores que iniciarán ahora un proceso de capacitación para tales fines.

Otros 150 obreros quedan integrados a una Unidad Básica de Servicios Mineros, mientras que otras actividades de apoyo y protección absorben al resto del personal.

La mina de El Cobre, considerada una de las más antiguas de América —muchos la sitúan como la más añeja— fue escenario de la primera rebelión de esclavos en Cuba, el 24 de junio de 1701. Armados de machetes y cuchillos, los sublevados paralizaron la producción y se alzaron en las montañas circundantes. Tal fue el heroísmo y resistencia de los rebeldes durante largo tiempo que la corona española se vio obligada —el 7 de abril de 1800— a concederles la libertad, ocho décadas antes de la abolición de este oprobioso sistema en el país.

Juan Carlos Robinson Agramonte, primer secretario del Partido en la provincia, al compartir con los mineros la ceremonia de cierre, señaló que en las condiciones del capitalismo este hecho los hubiese lanzado a las filas del ejército de los desocupados sin sostén para ellos y sus familias y sin esperanza alguna. Pero en el socialismo —dijo— se trabaja para que nadie sea lanzado a la calle a su suerte.

Robinson felicitó a los trabajadores por su larga y fructífera trayectoria laboral, donde se hicieron acreedores de estímulos como las banderas Héroes del Moncada y de Tradición Heroica, la Che Guevara y Proeza Laboral, además de la categoría de Vanguardia Nacional durante varios años.

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