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![]() Mesa Redonda En las entrañas del monstruo "Para los fieles guarda Cuba todo su amor" Félix López
Testimonios de los cinco compatriotas detenidos injustamente en una cárcel de Miami, importantes análisis sobre la demoledora actuación de los abogados de la defensa y noticias recientes sobre las nuevas maniobras de los cabecillas de la mafia anticubana y el gobierno norteamericano centraron la atención de la Mesa Redonda Informativa En las entrañas del monstruo, de este martes. Luego de presentar un panel integrado por los colegas Lázaro Barredo, Eduardo Dimas, Tubal Páez, Rogelio Polanco, y el doctor en Ciencias Jurídicas Rodolfo Dávalos, profesor titular de la Universidad de La Habana, el moderador Randy Alonso propuso la evaluación de un cable de Notimex que reseña la visita de John Ashcroft, fiscal general de EE.UU. a la ciudad de Miami. En sus declaraciones, reseñó Rogelio Polanco, el Procurador aseguró que el veredicto de culpabilidad dictado a cinco cubanos acusados de espiar en Miami es una victoria para los derechos de los ciudadanos de este país y elogió el trabajo de los fiscales federales: "Estoy encantado de que hayan podido probar la culpabilidad de los acusados que enfrentan sentencia que van desde 10 años hasta cadena perpetua". En el día de ayer, según ese mismo cable, se reunió en un restaurante típicamente cubano con los principales líderes de las organizaciones contrarrevolucionarias. De esta forma, apuntó Polanco, este personaje comienza a prejuzgar una decisión que no ha sido adoptada en la Corte, motivo por lo que se preguntó: "¿Comete o no una violación a su mandato? ¿Está o no haciendo un juicio político? ¿Qué quiere decir cuando dice que es una victoria para los ciudadanos norteamericanos? ¿Acaso es una victoria que mueran personas como consecuencia de actividades terroristas? ¿Estamos hablando entonces del derecho a provocar muertes y del derecho a que Cuba se defienda contra los ataques de la mafia anticubana?". Como colofón de esa visita, agregó Randy Alonso, Ashcroft se reunió con José Basulto, cabecilla de la organización terrorista Hermanos al Rescate. Algo que solo puede justificarse, como explicó Eduardo Dimas, por sus características de hombre de extrema derecha, profundamente racista, en contra del aborto y a favor de las armas de fuego. Pero "la ruta de la perfidia", aclaró Lázaro Barredo todavía cuenta con otros dos personajes en el escenario pestilente de Miami: los senadores Lieberman y Bill Nelson, furibundos anticubanos, prestaron oídos el lunes a las eufóricas declaraciones de Mas Santos: "Su presencia entre nosotros en este momento en que el deterioro de la salud de Castro es más evidente, nos da la oportunidad de seguir buscando mecanismos que ayuden a la transición". En una carta a su esposa, el 21 de enero de este año, Ramón Labañino le cuenta detalles del inicio de la vista oral del juicio, que comenzó el 6 de diciembre del 2000: "Los argumentos de los fiscales fueron buenos, con sus toques de ironía, pero ya bastante desinflados, muy diferentes a lo que se decía hace dos años de que atacamos al corazón mismo de la democracia en este país": "Ese día, dice en otra parte Labañino, creo que la exposición de la Defensa fue soberbia, en especial
Mckena, con su posición sobre Hermanos al Rescate y mi abogado al descubrir mi verdadero nombre, que puso a los fiscales a gozar, buscando papeles, escribiendo apurados mi nombre y señas. Y nuestras apreciaciones sobre el supuesto espionaje". Tienen que haberse impresionado, agregó Lázaro Barredo, cuando los tres compatriotas que todavía no habían sido identificados, revelan su verdadera identidad. Los fiscales, el jurado y la Corte estaban en presencia de gentes de una materia humana distinta a las que ellos acostumbran a tramitar comúnmente: 26 meses y 17 días sin que el FBI y las investigaciones pudieran descifrar los verdaderos nombres. Los propios compañeros nuestros, agregó, no conocieron de su identidad hasta ese mismo día. En uno de los momentos más interesantes de la Mesa, el profesor Fernando Dávalos explicó los argumentos con que la fiscalía presentó sus cargos contra los cinco cubanos: son en total 26 cargos, repetitivos algunos de ellos entre los distintos acusados, pero que se resumen en cinco fundamentales: 1-La conspiración, que consiste en cometer delito contra los EE.UU. o engañar a esa nación (es sancionado con penas de hasta cinco años de privación de libertad). 2-Espionaje, consistente en recopilar información concerniente a la seguridad de EE.UU. y transmitirla, pretendiendo colaborar con un gobierno extranjero. 3-Conspiración para cometer asesinato, se trata de una premeditación, de un acuerdo para llevar a cabo la muerte de una o varias personas (estos dos últimos pueden tener condenas de hasta cadena perpetua). 4-Documentación falsa, tiene que ver con la falsificación y declaración falsa ante autoridades gubernamentales para obtener documentación falsa. 5-Agente extranjero, consiste en actuar como agente de un gobierno extranjero sin ser diplomático ni comunicarlo al Fiscal General (por lo que se puede encarar condena de hasta 10 años de privación de libertad). Estos cinco cargos, dijo Dávalos, están imputados a Gerardo; de cuatro (menos el tercero) se acusa a Ramón; de tres (menos el segundo y el tercero) a Fernando; tres de ellos (menos el tercero y el cuarto) se imputan a Tony; y de dos de ellos (el primero y el quinto) a René. Estos son los cargos imputados, lo que no quiere decir cometidos. Y haber cometido, incluso, algunas de estas conductas no quiere decir que se haya cometido el delito. Es decir, incurrir en esta conducta todavía no quiere decir que se haya cometido el delito, pues hay causas que justifican una acción, que eliminan la antijuricidad, que legitiman un hecho, afirmó Dávalos. El diario de René, devenido cronista excepcional del proceso, junto a las cartas de sus compañeros, dan fe de la importancia de las pruebas presentadas por la Defensa en relación con las actividades terroristas e ilegales, tanto para Cuba como para la legislación norteamericana, de José Basulto y otros cabecillas de organizaciones anticubanas con base en la Florida. Uno de ellos, Paul Mckena, en la defensa de Gerardo Hernández, presentó demoledores argumentos que prueban que la presencia de su cliente en aquel país no tenía el propósito de afectar la seguridad nacional, sino de infiltrar los grupos anticubanos, ya que ante la ausencia de relaciones diplomáticas entre las dos naciones, no le queda a Cuba otra alternativa que enviar personas a Miami. Tras mostrar videos y copias de las conversaciones de Basulto con los controladores del tráfico aéreo en Miami y La Habana, el abogado precisó que Gerardo no pudo jugar el rol de informar a la Isla sobre los detalles de ese vuelo, porque los datos fueron suministrados a Cuba por los funcionarios del tráfico aéreo de Miami. Y añadió que al desarrollar acciones paramilitares esos aviones perdieron la condición de naves civiles. Basulto, se escuchó denunciar en la Corte, tuvo una total irresponsabilidad, que lo llevó a empujar a los hombres a la muerte. La impunidad y la tolerancia le permite decir en los medios de prensa todo lo que hacen, dijo Lázaro, y segundos después se rodaba la prueba: unas imágenes de la CNN donde José Basulto expresa, descaradamente, que no le importa violar las leyes cubanas. A través de otras cartas y del propio diario de René, Eduardo Dimas pudo valorar la actuación de los abogados Bill Norris y Joaquín Menéndez, defensores de Labañino y Fernando. El primero detallando todo el espectro de organizaciones anticubanas, y a sus más connotados personajes, y haciendo énfasis en el caso de Orlando Bosch. Esos elementos, explicó Dimas, le permitieron ir directo a las causas que habían llevado a su defendido a los Estados Unidos, aclarando que se trataba de una necesidad de Cuba. Algo similar probó Joaquín, quien advirtió que el jurado encontraría que su defendido no actuó con intención criminal o de violar la ley. Como dos tremendos mazazos para la actividad terrorista fueron calificadas ambas defensas. "Ellos, dijo Norris, no estaban tratando de dañar a los EE.UU., no estaban tratando de beneficiar a Cuba en el aspecto militar, ellos no estaban tratando con información clasificada o secretos de seguridad nacional. Nunca lo hicieron. Ellos trataron con un número de cuestiones referidas a los exiliados radicales. De esto es de lo que trata el caso". Reseñada por Tubal, la actuación del abogado Jack, defensor de Antonio Guerrero, venía a ridiculizar la acusación de que su cliente tenía la misión de volar algo en Miami: "Incisivo, ameno y valiente", como lo calificó René, el abogado dijo que era tan secreta e importante la base de Boca Chica que no tiene soldados en su puerta. ¿Eso es una instalación estratégica?, preguntó a la fiscalía, tras describir un escenario donde los aviones pueden ser tocados con la mano y donde hay indicaciones en la cerca que invitan a hacer fotografías. Todo lo que Tony hizo, sentenció su abogado, es defender la tierra donde viven su madre, una hermana y su hijo. Nunca hizo nada para dañar la tierra donde nació. Es un patriota en su propia tierra. Según explicó Randy, el día 11 de diciembre del 2000 se produjo la última defensa. La del abogado de René, quien después de hilvanar magistralmente una serie de ideas que demostraron los motivos patrióticos que le asisten a su defendido, se sirvió de ejemplos que demuestran cómo el llamado exilio, en busca de más financiamiento, está obligado a llevar a cabo acciones en contra de Cuba. Al analizar la actuación de la Defensa, Dávalos explicó que existe en ellos un común denominador (para lo que se vio en la obligación de aclarar que un delito es una acción u omisión socialmente peligrosa, prohibida por la ley y sancionada penalmente). La falta de algunos de estos elementos hacen que no exista un delito. Los abogados han golpeado en la ausencia de la falta de peligrosidad de sus clientes y en la antijuridicidad. Hay causas, añadió, que justifican el acto, legitiman una acción y son admitidas por el derecho internacional. El principio de autoconservación, porque el deber jurídico no puede llevar a una persona que obligue a otra persona o a un estado a que acepte su autodestrucción: La legítima defensa se recoge en todos los códigos penales y hasta en la carta 51 de las Naciones Unidas, para que un estado tenga derecho a defenderse. Y concluyó con una interrogante: "¿Puede pedirse a un patriota que actúe diferente? GERARDO HERNANDEZ: CUBANO DE LEY Había algo más que historia en la síntesis biográfica de Gerardo Hernández, leída por el moderador en los momentos finales de la Mesa. Entereza, inteligencia, fidelidad a toda prueba y en todos los momentos de su vida ejemplar, buen hijo, esposo, hermano, amigo; cubano criollo, pero responsable como ningún otro, fuerza moral de sus compañeros, austero y patriota. Nacido el 4 de junio de 1965, en el seno de una familia humilde, Gerardo es de esos jóvenes cubanos que creció con su Revolución a fuerza de sacrificio y de alegría. Que hizo en cada momento lo que le tocó: ingresó en la UJC, se hizo licenciado en Relaciones Internacionales, fue karateca y actor, caricaturista y explorador allá en Cabinda. Hijo de una mujer de la estirpe de Carmen, que lleva en su pecho el dolor de haber perdido a una hija en un accidente aéreo y de saber a su hijo prisionero injusto del imperio, esposo de una mujer inteligente, íntegra y valiente como Adriana Pérez, que habla de su Gerardo no solo como su héroe, sino también como el hombre admirable con el que ha pactado, pase lo que pase, compartir su vida. Adriana habla orgullosa de las cartas de Gerardo, de la foto del Che Guevara y del recuerdo de Nelson Mandela que lo acompañan en su celda, de la frase que seleccionó de un libro de Martí que ella le envió y él colocó en el mural a la vista de los demás presos: "Para los fieles, vengan tarde o temprano, guarda Cuba todo su amor. Para los incapaces de amarla y servirla, basta con el olvido". Uno de esos fieles de que hablaba Martí, el gran Gerardo, escribió en una de sus cartas: "La batalla recién comienza y del juicio en Miami es mejor no esperar nada bueno. A pesar de que pueden haber sorpresa. Yo siempre he dicho que los buenos de las películas nunca se joden. Pasan mil trabajos, pero al final se salvan y se quedan con las muchachas. Y en estas películas los buenos somos nosotros... "En sus cartas ustedes me dicen que están orgullosos de mí, pero soy yo el que estoy muy orgulloso de ustedes. Para mí lo más importante del mundo es que ustedes estén del lado mío. Que comprendan la necesidad y la importancia de este sacrificio que yo les he impuesto y de todo el dolor que les he causado. Si ustedes comprenden eso, yo soy el hombre más feliz del mundo, porque yo se lo impuse a ustedes, pero a mí nadie me lo impuso. "Estoy viviendo la vida que escogí, la que siempre soñé vivir, y es por eso que no tengo absolutamente nada de qué quejarme ni de qué arrepentirme. Espero que esta separación no sea muy larga, pero estoy preparado para cualquier cosa, como quiero que lo estén ustedes. Estén seguros que por muy grande que sea el sacrificio nunca será en vano, y que nunca será mayor que el que hicieron otros que entregaron sus propias vidas por la Patria. Manténganse fuerte y no me fallen, que yo nunca les voy a fallar a ustedes". |
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