Uso social para casas confiscadas

MARIA JULIA MAYORAL

Hogares maternos y para personas de la tercera edad, campamento de pioneros exploradores, clínica estomatológica, bibliotecas públicas, centro para el tratamiento ambulatorio del SIDA, joven club de computación... Ese es el destino que están recibiendo suntuosas casas confiscadas tras comprobarse su adquisición o construcción ilícita.

DE LO QUE PIENSA LA GENTE

Desde el mismo portal, la casa de Teresa Soler, en el reparto Chibás de Guanabacoa, da cuenta del deterioro. Mientras, el inmueble de al lado, adquirido de modo fraudulento por sus últimos moradores, fue cambiando hasta convertirse en una muy confortable instalación, rodeada de grandes muros de mampostería y hermosas rejas decorativas.

   LIBORIO NOVAL

Una casa de una sola planta fue llevada a tres de manera ilícita, empezando por los materiales empleados, entre ellos mármoles blancos y negros. Posee 13 cuartos, 12 baños, vestíbulo con mostrador a modo de carpeta de un hotel. Pensaban utilizarla para el alquiler. Actualmente es el palacio de maternidad La Esperanza del Mundo.

En la mente de Teresa y otras muchas personas de la localidad no anida el egoísmo. "Sería bueno que todo el mundo pudiera mejorar; lo malo es el negocio que hay detrás de estos casos. Entiendo que ilegalidades como esas no deben existir; aunque también me parece incorrecto esperar a que los problemas tomen fuerza. Las cosas deben atajarse desde el primer momentoª.

Edificada sin licencia y con materiales de origen ilícito. Tiene siete cuartos y 6 baños. El fin era usar esta vivienda para alquiler. En estos momentos acoge a embarazadas.

Según cuenta, desde la confiscación, los compañeros de Salud Pública están viniendo todos los días a hacer guardia para cuidar la casa. "La van a convertir en una clínica estomatológica; eso va a ser muy bueno para todo el mundo".

NOMBRES QUE INDICAN CAMBIOS

Hogar materno Ismaelillo, palacio de la maternidad La Esperanza del Mundo. Los nombres por sí solos indican el cambio ocurrido en otras dos de las residencias confiscadas en la capital.

Ubicada en el Reparto Chibás. Sus últimos moradores la adquirieron mediante permuta fraudulenta que trató de encubrir una compraventa ilegal, tras lo cual se enfrascaron en su reparación y acondicionamiento con materiales malhabidos. Será transformada en una clínica estomatológica.

Rita Castillo, Ana Rosa Rubio, Marbelis Fuentes, Taimé Vidal y Elda Llanes son ahora huéspedes del primero de esos dos inmuebles, ubicado en Plaza de la Revolución. Allí arribaron por la necesidad de cuidados debido, indistintamente, a desequilibrios en la presión arterial, el peso corporal, la hemoglobina, los peligros de aborto o el embarazo gemelar, entre otros riesgos controlados, pero que recomiendan su permanencia bajo constante cuidado de médicos y enfermeras por el bien de su salud y la de sus futuros hijos.

Tras comprar ilegalmente una pequeña casa en mal estado en este lugar de Guanabo, conocido como el Rincón, los infractores se dieron a la tarea de levantar en torno al deteriorado inmueble, este otro, de varios cuartos con baños independientes. Pretendían usarlo como posada. Se convirtió en campamento de pioneros exploradores.

Taimé explica que llegó al lugar con bajo peso y un poco de anemia. No se me veía ni la barriga, dice la muchacha de constitución delgada, mientras palpa risueña su vientre que empieza a empinarse, confirmando las opiniones de la enfermera Mireysis Ferrer, quien informa sobre el aumento de la hemoglobina y el buen estado físico que va logrando la paciente.

En el palacio de la maternidad, situado en el municipio de Playa, residen ahora 21 gestantes. Desde la confiscación del edificio hace un año, se han atendido allí cientos de mujeres. Ha sido un gran beneficio para el municipio, pues el territorio contaba con solo un hogar materno y no se podían cubrir todas las necesidades, señala la enfermera Rosa Milanés.

Elizabeth Vargas es una de las ingresadas. Tiene 32 años y espera a su tercer hijo. Para ella "ha sido muy buena la idea de aprovechar este lugar para atender a las embarazadas. La casa es grande, tres plantas, con cuartos amplios y baños confortables. Yo me siento cómoda y segura aquí. El ambiente es familiar y la atención de la doctora y las enfermeras es más cercana a cada una de nosotras".

Opiniones semejantes escuchamos en cada uno de los barrios visitados. Los vecinos aprecian la justeza de las medidas, mientras crece también la confianza en que las ilegalidades denunciadas en el barrio, con la cooperación de los cederistas, no caen en saco roto.

Duele mucho ver cómo desvían cemento, cabillas, camiones cargados de piedra y arena para la edificación de esos inmuebles sobredimensionados y con ánimo de lucro o personas que vendan sus viviendas, entregadas por la Revolución, en áreas residenciales, cuando por otra parte familias honestas y trabajadoras viven en condiciones precarias o son albergadas como solución remedial y transitoria al déficit habitacional.

El poder corruptor del dinero en manos de quienes no escatiman medios para lograr sus propósitos y el empleo de materiales malhabidos se entremezclan en la mayoría de las compraventas o la ejecución de esas lujosas residencias. De ahí la severidad de las medidas adoptadas, empezando por la confiscación y la extracción de sus ocupantes ilegales y las sanciones judiciales a los funcionarios que han participado en tales actos. El daño moral y económico, lo ameritan.

Juan Contino, coordinador nacional de los CDR, comentó en el reciente congreso de la CTC: "Nosotros no podemos permitir nunca que el dinero sea quien distribuya la vivienda en nuestro país. El mérito y la necesidad tienen que ser la base del acceso". De esa forma podría sintetizarse uno de los conceptos fundamentales defendidos por el Gobierno Revolucionario con el respaldo de la mayoría del pueblo.

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