Los trabajos de restauración iniciados en la casa-hacienda Guáimaro, situada en el Valle de los Ingenios, en Trinidad, provincia de Sancti Spíritus tienen como propósito convertir a ese sitio en un Museo del Azúcar, donde se exponga todo el quehacer azucarero de esa región durante los siglos XVIII y XIX.

La Oficina del Conservador de Trinidad y el Valle de los Ingenios, emprenden este proyecto que implica la rehabilitación total de la casa del ingenio Guáimaro, actualmente en elevado grado de deterioro, y que recabará un mesurado trabajo por parte de los constructores de la Oficina, a fin de devolverle a la hacienda su fisonomía antigua.

"Guáimaro" logró la mayor producción de la Isla en aquel entonces, al elaborar en una cosecha más de 4 000 toneladas, a la vez que se encontraba entre las 44 fábricas de azúcar o trapiches que se habilitaron en el Valle, lo que convirtió a la región de Trinidad en la tercera en importancia en el país.

Junto a este proyecto de la casa-hacienda Guáimaro, la Oficina da pasos en el rescate y preservación del ingenio San Isidro de los Destiladeros, considerado como el complejo azucarero más completo que existe en el Valle, pues conserva, además de la vivienda y su torre campanario, innumerables exponentes arqueológicos de su proceso productivo.