NACIONES UNIDAS, 25 de junio (PL).— El vicepresidente cubano, Carlos
Lage, expuso hoy el criterio de su país de que los medicamentos contra el
SIDA y otros también vitales y masivamente necesarios, no estén
protegidos por patentes.
"No se puede lucrar con la vida de los seres humanos", afirmó
aquí al intervenir en la sesión extraordinaria de la Asamblea General de
las Naciones Unidas dedicada a la pandemia, para expresar que este órgano
se pronuncie por eliminar obstáculos a la producción de tratamientos
antirretrovirales.
Cuba considera, añadió, que el Grupo de los Siete en su próxima
reunión, en lugar de adoptar las nuevas liberalizaciones de la economía
que impondrían a los pobres y a los menos ricos de este mundo, acuerde
reducir sus presupuestos militares y reunir al menos los 10 mil millones
de dólares solicitados por la ONU.
Lage calificó de meritorio y justo el empeño del Secretario General
de la ONU, Kofi Annan, de conseguir entre siete mil y 10 mil millones de dólares
para la lucha contra el SIDA.
A continuación preguntó si puede comprenderse que no sea posible
reunir ese dinero para salvar vidas en un mundo que gasta 40 veces más en
droga, 80 veces más en presupuestos militares y 100 veces más en
propaganda comercial.
"La nación más rica y poderosa de la historia, que se pretende
proclamar campeona de los derechos humanos, incumple sus pagos con la ONU,
intenta reducir su contribución a la OMS, aporta apenas el 0,2 por ciento
de su PIB al desarrollo, vota en solitario contra la resolución que
consagra el derecho a todas las personas de acceder a los
medicamentos", apuntó.
En otra parte de su intervención se refirió a que Cuba sufre también
el SIDA, con dos mil 565 personas que viven con el virus, de las cuales
338 son enfermos y han fallecido 896 en el transcurso de 14 años.
Explicó que para ello su país desarrolla un programa que garantiza
atención integral a los portadores y enfermos, tratamiento gratuito con
antirretrovirales, centros de atención médica especializada para los
casos que lo requieran.
Todo ello, acotó, "aún bloqueados, sin acceso al 50 por ciento
de los nuevos medicamentos que se producen en el mundo porque los fabrican
empresas norteamericanas, hemos contenido la epidemia, y además,
alcanzado 76 años de expectativa de vida y una tasa de mortalidad
infantil de menos de siete".
Lage expresó que traía la misión de ofrecer en nombre del gobierno
de Cuba para los países más pobres y con mayor presencia de la
enfermedad, cuatro mil médicos y personal de la salud para crear la
infraestructura que permita suministrar a la población los medicamentos
con las prescripciones y el seguimiento indispensable.
Este mismo personal podrá formar y entrenar gran número de
especialistas de sus propias especialidades, enfermeras y técnicos de la
salud.
Asimismo los profesores necesarios para crear 20 facultades de
medicinas, muchos de los cuales podrán ser escogidos entre los dos mil
359 médicos cubanos que ya hoy prestan servicios en 17 países.
La oferta incluye personal especializado para asesorar y colaborar con
las campañas de prevención del SIDA, los equipos y kits diagnósticos
necesarios y el tratamiento antirretoriviral para 30 mil pacientes.
Sólo seria necesario que la comunidad internacional aporte los
medicamentos, equipos y recursos materiales de esas producciones y
servicios, puntualizó.