Peter Hansen, comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) declaró este lunes a la radioemisora palestina que Israel lleva a cabo una política de intimidación de la población civil de los territorios semiautónomos.

Según este funcionario, la destrucción de los hogares palestinos es un hecho enteramente injustificado ya que estos no constituyen un objetivo militar y por el contrario deja a las familias a merced de las dificultades y el desamparo.

"El ejército hebreo lleva a cabo una estrategia deliberada de destruir todo aquello que sea vida en esas zonas", apuntó Hansen.

Asimismo el gobernador palestino de la ciudad de Rafah, en el sur de la franja de Gaza, informó sobre los daños parciales de unas 200 viviendas por los bombardeos de Tel Aviv.

Criticó también las incursiones por tierra de los efectivos israelíes, durante los cuales se auxilian de excavadoras y equipos pesados que arrasan no sólo las estructuras de hormigón sino que acaban con las plantaciones y otras áreas.

Las partes, enfrentadas desde hace casi nueve meses, se acogieron el 13 de junio último a un cese parcial del fuego, que ha sido violado por Israel en varias ocasiones con diversas acciones provocativas.

En un comunicado oficial, difundido la víspera, la Autoridad Nacional Palestina condenó enérgicamente los intentos israelíes por poner en crisis la debilitada tregua, en ese sentido denunció la premeditación con que asesinó a un joven palestino.

Al Jawbra, de 29 años, murió ayer por el estallido de una bomba en una cabina telefónica de la ciudad Cisjordania de Naplusa.

Con esta ya suman más de 10 las víctimas mortales palestinas desde que se decretó el cese del fuego.